Europa baja el precio de las llamadas y los SMS a países de la UE

Madrid

En 2007, año en el que la Comisión Europea decidía regular por primera vez el precio de la itinerancia a nivel europeo, hacer una llamada costaba 49 céntimos el minuto y el precio por recibirla ascendía hasta los 24 céntimos por cada minuto empleado. Por aquel entonces, enviar un SMS tenía un coste de 11 céntimos y cada mega consumido de la tarifa de datos unos 70.

A partir de entonces, la Unión Europea ha ido imponiendo reducciones de precios tanto de las llamadas como de los SMS y la tarifa de datos para facilitar la comunicación entre los habitantes comunitarios. Todo ello después de la denuncia del Parlamento Europeo, que argumentó que el coste medio por llamar a otros países de la Unión Europea se establecía en 60 céntimos de euro.

Objetivo: mejorar las comunicaciones entre países de la UE

En junio de 2018, los representantes del Parlamento Europeo y el Consejo de la UE acordaban limitar el precio de llamadas de un país de la Unión Europea a otro. Un año más tarde, esta nueva normativa entra en vigor. A partir de este miércoles, las operadoras europeas no podrán facturar a sus clientes más de 19 céntimos de euro (más IVA) por cada minuto de llamada con origen y destino a un país miembro de la Unión Europea. Mientras tanto, cada SMS no podrá tener un coste superior a los 6 céntimos (más IVA).

Una medida que, tal y como afirma la comisaria de Economía y Sociedad Digitales Mariya Gabriel, a través de un comunicado, ha sido llevada a cabo "para mejorar la coordinación de las comunicaciones electrónicas": "Los consumidores europeos quedan ahora totalmente cubiertos frente a las facturas exorbitantes cuando llamen a un número europeo, tanto en su país como en el extranjero. Es uno de los numerosos logros concretos del mercado único digital".

A partir de este miércoles

Según recoge el comunicado, las normas se aplicarán en los 28 países de la UE a partir del 15 de mayo y pronto también en Noruega, Islandia y Liechtenstein. Unas normas que tendrán que ser notificadas por los operadores de telecomunicaciones de toda la Unión Europea, quienes deberán establecer los nuevos límites de precios.

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De esta manera, los habitantes de la Unión Europea no tendrán que pagar tanto dinero para comunicarse con personas de otros países. Una medida que, sin embargo, parece que llega algo tarde, ya que cada vez llamamos menos a través de nuestro teléfono móvil y enviamos menos SMS.