La Champions trae a Barajas más de un millar de vuelos privados
Tres de cada cuatro vuelos vinculados a la final se realizan en aviones de 10 plazas o menos
Madrid
La mayoría de los espectadores de la final de la Champions han viajado a Madrid en avión. Con 1.500 vuelos en el aeropuerto de Barajas vinculados directamente al acontecimiento deportivo. De ellos, 1.100 -un 73% del total- corresponden a vuelos privados en avión ejecutivo, cuando la media en el conjunto del año no llega al 3% en el aeropuerto madrileño.
Esta concentración de tráfico de lo que se conoce como aviación ejecutiva establece un récord en el aeropuerto madrileño. Y alcanza una dimensión mayor que la habitual incluso en este tipo de partidos de enorme expectación. Alberto Utrera, gerente de General Aviation Service en Barajas -dedicada a la gestión de servicios en tierra (handling) para este tipo de vuelos- lo explica por el hecho de que se enfrenten dos equipos británicos a este lado del Canal de la Mancha: "La única posibilidad que tiene la gente de venir desde el Reino Unido es por vía aérea", frente a otras finales en que al menos una de las aficiones cuenta con medios alternativos al avión para acudir al partido.
Algunos de estos vuelos privados son fletados por aficionados de alto poder adquisitivo. Pero la gran mayoría -señala Utrera- han sido contratados por la propia UEFA, patrocinadores, o empresas, con directivos o clientes de alto nivel como pasajeros.
Aviones de alquiler
Son vuelos que se realizan cada vez más en aviones propiedad de empresas mayoristas, con enormes flotas, que alquilan sus aparatos por horas. "Estamos hablando de un precio medio de 5.000 euros por hora, con una ocupación media de 6 o 7 pasajeros", calcula Alberto Utrera.
El trayecto ida y vuelta entre Londres y Madrid requiere unas cuatro horas de vuelo en total, con lo que el coste difícilmente bajará de los 3.000 euros por pasajero. Mucho más que el precio de un vuelo comercial, por más que estos últimos precios se hayan disparado estos días en la ruta Londres-Madrid precisamente por la enorme demanda vinculada a la Champions.
La mayoría de los aparatos de aviación ejecutiva utilizados en esta operación no tiene su base en nuestro país, que ocupa un modesto décimo lugar -apunta Utrera- entre los aeropuertos europeos en volumen de tráfico de vuelos privados. Una posición más baja en el ranking que el sexto y séptimo lugar que ocupan respectivamente los aeropuertos de Madrid y Barcelona en tráfico general de pasajeros.