Microplásticos, la contaminación invisible
Cada persona ingiere al año unas 100.000 partículas de microplástico, según advierte una nueva investigación realizada por científicos de Estados Unidos.
Madrid
Desde que comenzó la producción en masa de plásticos en 1940, este material ha invadido prácticamente todo el mundo, incluido, el interior del cuerpo humano, porque investigadores de la Asociación Americana de Química estiman que el ciudadano medio en Estados Unidos ingiere unas 100.000 partículas de microplásticos por año.
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Y, claro, este consumo puede tener efectos negativos en la salud, según denuncia también esta investigación que se publica en la revista de esta organización científica.
Los microplásticos son piezas muy pequeñas (a menudo microscópicas) que se originan, por ejemplo, por la degradación de productos de plástico más grandes o el desprendimiento de partículas de los recipientes de alimentos y agua durante el envasado.
Por lo tanto, según advierten los científicos, los humanos pueden ingerir, sin saberlo, estas sustancias químicas cuando beben agua, comen alimentos o respiran aire que contiene microplásticos.
Problema de salud
Y el problema es saber cómo afecta a nuestra salud esta nueva fuente de contaminación. Todavía no hay pruebas concluyentes, pero algunos estudios científicos ya demuestran que algunas piezas son lo suficientemente pequeñas como para poder entrar en los tejidos humanos, donde podrían desencadenar reacciones inmunitarias o liberar sustancias tóxicas.
Pero, ¿cuántos microplásticos consumen los humanos? Para poder responder a esta importante cuestión, un equipo de investigadores dirigido por Kieran Cox, ha analizado 26 estudios que analizaron las cantidades de partículas microplásticas en peces, mariscos, azúcares agregados, sales, alcohol, agua del grifo o embotellada y aire.
Luego, el equipo evaluó aproximadamente la cantidad de estos alimentos que los hombres, las mujeres y los niños comen, según la dieta recomendada oficialmente para los estadounidenses.
Método de cálculo
Y el resultado fue éste: el consumo microplástico estimado oscila entre 74.000 y 121.000 partículas por año, dependiendo de la edad y el sexo.
Aunque las personas que beben sólo agua embotellada podrían consumir 90.000 microplásticos adicionales por año en comparación con quienes solo beben agua del grifo.
Además, este cálculo es conservador, según reconocen los próximos investigadores, porque el ciudadano medio en Estados Unidos, como en otros países industrializados como España, suele comer mucha más cantidad de alimentos de lo que recomiendan las autoridades sanitarias.
Javier Gregori
Periodista especializado en ciencia y medio ambiente. Desde 1989 trabaja en los Servicios Informativos...