Federer - Nadal, el capítulo 39 de una rivalidad legendaria

Roger Federer y Rafael Nadal se enfrentarán este viernes en las semifinales de Roland Garros en el que será el capítulo 39 de una de las grandes rivalidades de la historia del deporte. El enfrentamiento que un día se 'vendió' como el del maestro frente al aprendiz ahora ha evolucionado a un duelo entre dos veteranos que siguen optando a los grandes títulos bien entrados en la treintena -en el caso de Federer, ya cercano a los 40 años- y que juegan para aumentar su leyenda en el Olimpo del tenis.

El cara a cara entre ambos lo domina Nadal por 23 triunfos a 15. Eso sí, los últimos cinco enfrentamientos han caído del lado del suizo, aunque todos esos duelos se disputaron en pista dura. En tierra batida, Rafa ha ganado 11 de 13 aunque no se enfrentan desde la final de Roma 2013. En Roland Garros, la estadística es aún más sangrante ya que Federer ha perdido sus cinco enfrentamientos ante el español.

El balear tan solo ha perdido dos encuentros en la arcilla parisina durante su carrera -Soderling 2009 y Djokovic 2015-, y acumula once trofeos en el segundo Grand Slam de la temporada. Con estadísticas que demuestran un dominio tan salvaje, ¿qué tiene que hacer Federer para ganar a Nadal en Roland Garros?

En primer lugar, Federer tiene que ser agresivo. Ser fiel al patrón de juego que le ha hecho volver a ganar Grand Slams bien entrada la treintena: construir el punto desde el servicio, tener mucha presencia en la red y variar constantemente sus tiros para incomodar lo máximo posible a un Nadal que por estilo de juego y condiciones tendrá todas las de ganar si los intercambios en el fondo de pista se alargan.

Hacer saque-red constantemente en tierra batida es una quimera, aunque Henman demostró en Roland Garros 2004 -donde firmó semifinales- que era posible llevar a cabo un plan casi suicida de manera efectiva. Si Federer pretende ir a la red en la mayoría de puntos, será buena noticia para Nadal. Encontrar el equilibrio entre ser agresivo y jugar variado podría ser la clave para poner en aprietos al balear, que apenas ha sufrido en todo el torneo.

Para Nadal será esencial seguir con su efectividad al servicio en el torneo, donde apenas ha cedido un par de turnos de saque. La intensidad y el peso de sus tiros podría hacer que la histórica estrategia de cargar el revés de Federer vuelva a ser efectiva, habiéndose demostrado su inoperancia en cemento en los cuatro duelos que el suizo le ganó durante 2017.

Han pasado cinco años y medio (enero de 2014) desde el último triunfo de Nadal sobre Federer y este hecho es reseñable pero estando en Roland Garros, lugar donde ha ganado 11 de sus 17 Grand Slams, no parece que esta estadística pueda ser una barrera mental para un Nadal que es el gran favorito en este duelo. Si Federer quiere ganar, tendrá que realizar un partido que roce la perfección y que el español esté más cerca de la versión que vimos en Montecarlo y Barcelona que la que hemos podido ver en Roma y París.

Ocurra lo que ocurra, asistiremos al capítulo 39 de una de las mejores rivalidades del deporte. El considerado por muchos el mejor jugador de la historia frente al máximo dominador que ha habido y posiblemente habrá en la tierra batida. Prepárense para disfrutar de un duelo legendario.