El examen de Netflix a la industria cárnica
Los documentales 'Cowpiracy' y 'What the health' ya se preguntaban, desde hace años, por qué si la alimentación es uno de los principales motivos del cambio climático no aparece entre las prioridades para combatirlo
Madrid
Los científicos de la ONU han explicado esta semana la urgencia de cambiar nuestra dieta para frenar la crisis climática. Un asunto muy controvertido, que puede llevar a una transformación de hábitos de consumo y, como consecuencia, a pérdidas en las empresas que actualmente lideran el sector de alimentación. Por eso, algunos documentales desde hace años, ya se preguntaban por qué si es uno de los motivos principales del cambio climático no aparece entre las prioridades para combatirlo.
Producida por Leonardo DiCaprio, 'Cowpiracy' —juego de palabras entre vaca y conspiración— apunta precisamente a las contradicciones del sistema norteamericano de producción de carne. Un documental de 2014 que se puede ver en Netflix y que, ahora, está más de actualidad que nunca. En la cinta ya se recogen datos de la FAO (la Agencia de las Naciones Unidos para la Alimentación) que hablaban de que el 14% de los gases de efecto invernadero emitidos por el humano provienen de la industria ganadera. Ahora la ONU explica que solo el desperdicio de alimentos es responsable de entre el 8% y el 10% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero que genera el humano.
El director, Kip Andersen, cuenta que al estar preocupado por el cambio climático comenzó a moverse en bicicleta para no contaminar, a reciclar o a ducharse y lavarse los dientes cuidando mucho el desperdicio de agua. Pero resulta que el uso doméstico del agua en Estados Unidos representa el 5% del total, mientras que para la ganadería se utiliza el 55%.
El problema es la manera en la que está estructurada la industria. Se espera que las emisiones industriales de CO2 crezcan un 20% para 2040 pero la predicción en el caso de la agricultura es de un 80% en 2050. El documental muestra que se cultiva para alimentar a los animales en lugar de utilizar esos cultivos para las personas.
'Cowspiracy' muestra cómo las compañías hacen campaña contra algunos productos, por ejemplo el aceite de palma al que acusan de la deforestación y, sin embargo, hay determinados productos de los que no hablan. Así, los grandes lobbys de Estados Unidos hacen aportaciones económicas a ONG o a asociaciones de salud que, luego, no quieren hablar con el director.
Cuestión también de salud
Mientras hay población sobrealimentada otra se muere de hambre. La Organización Mundial de la Salud (OMS) realizó 800 estudios en 10 países diferentes y encontró una relación directa entre el consumo de carne y el cáncer, y es de lo que habla 'What the health', otro de los documentales de Netflix sobre este tema.
La OMS clasifica la carne procesada como cancerígena de grupo 1, el mismo grupo en el que introduce los cigarrillos, el amianto y el plutonio y la carne roja como cancerígena de grupo 2. Por eso, Andersen, que también dirige esta cinta, no entiende cómo la Sociedad Americana de Cáncer incluye en su página web recetas con carnes y derivados.
"Estamos en el negocio de tratar a las personas enfermas y no de tratar la prevención para que las personas no enfermen" dice en el documental uno de los enfermos de diabetes. El autor habla con psiquiatras, médicos y enfermeros sobre el grave problema de los norteamericanos de sobrepeso y diabetes y cómo cuidar la alimentación es, incluso, más importante que no fumar.
El examen de Netflix a la industria cárnica
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