Voadora ha venido a darlo todo

Madrid

En 1977, la NASA envió al espacio un vinilo, el disco de oro de Las Voyager, y algunos materiales con la intención de definir a la Humanidad, de mostrarle a los extraterrestres cómo eramos, como si aquello fuera una especie de caja negra o de mensaje en una botella. El contenido de esa grabación fue seleccionado por la NASA y por un comité presidido por Carl Sagan e incluía saludos en docenas de idiomas y dialectos; canciones de Bach, Mozart o Chuck Berry; y además, un centenar de imágenes, desde la Gran Muralla China a un hombre lamiendo o la imagen del tráfico en hora punta en la India.

De todo esto y más hablamos en La Hora Extra con Marta Pazos, directora artística y dramaturga de la compañía gallega Voadora, que toma esa idea como punto de partida y revisa esos materiales que lanzamos al espacio en su espectáculo Hemos venido a darlo todo. Voadora lleva a escena en el Teatro de la Abadía algo que parece una rave o una sesión de música electrónica, pero va más allá. La compañía juega con la idea de epifanía y busca una catarsis con el público, al que invitan a romper unos cuantos límites teatrales.

Además, en noviembre, en Santiago de Compostela, Voadora estrenará una ópera sobre Illona Staller, Cicciolina, llamada La decisión de Clío, un trabajo en el que se alejan de su imagen de estrella porno y diputada en el parlamento italiano para recordar que Staller fue musa y pareja artística de Jeff Koons, con quien estuvo casada. En esta ópera, en la que participará la propia Cicciolina, los roles cambian: la musa ocupa el lugar del genio.

Como en el caso de Ilona Staller, en La Hora Extra aprovechamos también para hablar de otros artistas que han sido devorados por sus personajes, para terminar casi reivindicando que alguien monte un sindicato de musas.

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