Sociedad

¿Los coches eléctrico no tienen que pasar nunca por el taller?

Resolvemos dudas con el experto David Montero, de Pasatealelectrico.es

Coche eléctrico. / GETTY

Madrid

El parque de coches eléctricos sigue siendo muy minoritario en España, pero el año pasado creció a un ritmo fulgurante (aldededor del 200%) y todo apunta a que la lucha por frenar el cambio climático consolidará —o incluso acelerará— la tendencia. Entre los argumentos que suelen motivar la compra de un coche eléctrico destaca la mejora de las prestaciones —potencia y autonomía— y el acceso sin restricciones al centro de las grandes ciudades, pero también el hecho de que el mantenimiento de los vehículos eléctricos sea más económico.

Más información

¿Acabarán desapareciendo los talleres de barrio... o solo las manos manchadas de grasa? David Montero, del podcast Pásate a lo eléctrico —Premio Muévete Verde 2019 del Ayuntamiento de Madrid—, explica que la "revisión normal" de un coche eléctrico puede costar 80 euros, mientras que la de un coche con motor de combustión suele rondar los 250.

"En un coche eléctrico no hay aceites, embrague o correa de distribución. Solo hay que revisar los bajos, el refrigerente de la batería y algunos componentes", explica Montero por teléfono. "Tampoco hay más filtros que el que protege el habítaculo de polvo y polen".

De todas maneras, un coche eléctrico sigue siendo un coche y, como tal, usa neumáticos —cuyo desgaste depende del peso vehículo, pero también del estado de la carretera y del estilo de la conducción—, pastillas de freno —que en los eléctricos, al contrar frenos regenerativos, suelen durar más—, amortiguadores, etc.

Pero, ¿qué pasaría si se rompe el motor de un coche eléctrico o, aún peor, su batería? "El motor es pequeñito y suele rondar los 5.000 euros, pero no conozco a nadie al que se le haya roto. Sí se han sustiuido algunos en coches Tesla, pero porque hacían ruido y, además, estaban en garantía y se ha sustituido por otro mejorado", responde el experto consultado por la Cadena SER. "Las baterías suelen tener una garantía de ocho años, pero además no siempre hay que cambiarlas enteras, sino que basta con unos cuantos bloques de celda".

Montero ha comparado el gasto a 10 años de dos versiones de un mismo coche —la eléctrica y la de gasolina— y el resultado ha sido que, pese al mayor desembolso inicial, el ahorro en combustible y mantenimiento acaba favoreciendo a la versión eléctrica. Pero eso no significa, por supuesto, que los coches vayan a dejar de estropearse por el mero hecho de usar combustibles fósiles, así que los mecánicos del futuro tendrán que formarse para poder trabajar con alto voltaje.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00