Crítica | 'Vida perfecta': mujeres al borde de un ataque de felicidad
La serie de Leticia Dolera ya está disponible en Movistar+
Madrid
La serie de Leticia Dolera, 'Vida perfecta', no tuvo un comienzo fácil. La polémica salpicó al proyecto poco después de dar el pistoletazo de salida. ¿El motivo? Una de las protagonistas fue despedida por quedarse embarazada y a Dolera, que muchos consideraban todo un exponente del movimiento feminista, le cayó la del pulpo. Ella dio las explicaciones pertinentes, pero los detractores de la actriz aprovecharon estos gafes del oficio para arremeter contra ella y de paso cuestionar la calidad de su serie.
La polémica sirvió para poner esta ficción en el punto de mira y Movistar, que sabía que tantos inputs negativos no beneficiaría a su nuevo título de ficción, optó por el silencio, ralentizando el plan promocional para desviar un poco la atención.
Al cabo de unos meses estrenaron 'Vida perfecta' en la última edición de Cannes Series, donde se hizo con el reconocimiento a la Mejor Serie. Decidieron entonces cambiar de nombre a la ficción. Prescindieron de 'Déjate llevar' (título inicial) y eligieron 'Vida perfecta', la traducción literal de 'Perfect Life', que es como se estaba vendiendo en los mercados internacionales. Se llevó a cabo un lavado de imagen y la percepción de esta producción empezó a cambiar de manera positiva.
Pero esto es solo cronología, poner en contexto para entender bajo qué circunstancias llega 'Vida perfecta' a Movistar Plus. Lo que toca ahora es entrar a valorar el producto en su totalidad y, polémicas y premios aparte, hay que reconocer que la serie merece que le dediques las aproximadamente cuatro horas que dura su primera temporada.
Una serie divertida que rompe tabúes
'Vida perfecta' gira en torno a tres mujeres adultas que están en un punto muy específico de sus vidas. María (Dolera) es una dentista que tiene idealizado el amor, la familia y la maternidad, y todo esas ideas en las que creía se desmoronan cuando su novio de toda la vida, en lugar de plantarla en el altar, la abandona antes de firmar una hipoteca. Decidida a romper con todos sus creencias, empieza a dejarse llevar, tanto que se queda embarazada tras una noche de pasión con un muchacho que tiene una discapacidad del 35%.
A partir de ese momento comienza una preciosa historia en la que el espectador, no solo sigue la maternidad de esta mujer, también es testigo de cómo Gari - un joven con discapacidad que interpreta de manera magistral el actor Enric Auquer - afronta la paternidad. Pocas cadenas se atreven a dar forma a este tipo de historias y pocas series consiguen el resultado que logra 'Vida perfecta'.
El caso de Cristina (Freijeiro) es bien distinto. Ella es la mujer perfecta, con su familia perfecta y su trabajo perfecto. Sin embargo, la rutina de su vida empieza a hacer mella en sus ideales y empieza a cuestionarse en muchos aspectos, como el de la fidelidad.
Por último está Esther (Villagrán), una artista que, a pesar de no creer en ella misma, ansía el éxito y para ello se introduce en el convulso mundo de las redes sociales. Con ella, la serie hace la pertinente crítica a la perfección que siempre impera en Instagram y rinde homenaje a todos aquellos que conviven con el síndrome de Peter Pan.
Déjate llevar por estas vidas imperfectas
En torno a estas tres mujeres, que están en todo momento al borde de un ataque de felicidad, gira el universo de 'Vida perfecta', explorando sin prejuicios temas tan importantes (y a veces idealizados) como el sexo, la maternidad, la familia y la inclusión social.
¿Qué piensa una mujer que se queda embarazada de una persona con discapacidad? ¿Qué está dispuesto a ganar y a perder la madre y esposa perfecta? ¿Por qué necesitamos siempre el reconocimiento de los demás? Gracias a las preguntas que los guionistas (Leticia Dolera y Manuel Burque) se han hecho en la intimidad y la efectiva mirada de las directoras (Dolera, Elena Martín y Ginesta Guindal), 'Vida perfecta' consigue plantear todas esas cuestiones y problemáticas desde una visión conciliadora y nada derrotista. Es por eso cada capítulo te deja con buen sabor de boca, una sensación conmovedora que te invita a reflexionar sobre algunos asuntos de la vida de una forma natural, divertida y entusiasta.
No tienen unas vidas perfectas y eso es precisamente por lo que si has llegado hasta esta última línea te recomiendo que te dejes llevar por las aventuras y desventuras de María, Cristina y Esther.