Las protestas en Chile dejan 18 muertos, entre ellos un niño

Santiago de Chile

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, afirmó que el Gobierno trabaja en un "plan de normalización" de la vida en el país para reducir los periodos de toque de queda decretados en el marco de las protestas que se registran desde el viernes pasado.

"La intención nuestra es avanzar con la mayor fuerza, pero también con total prudencia en este proceso de normalización para poder terminar con los toques de queda y, ojalá, poder también levantar los estados de emergencia", afirmó Piñera en un acto público.

El estallido social que comenzó en protesta por el alza del precio del pasaje del metro de Santiago ha dejado 18 muertos y ha llevado al Gobierno a declarar el estado de emergencia en buena parte del país, lo que implica dejar a las Fuerzas Armadas el resguardo del orden público, además de decretar toques de queda en varias ciudades.

Piñera subrayó que la normalización de la vida en el país está "íntimamente ligada" al restablecimiento del orden y la seguridad ciudadana, ya que se han seguido registrando saqueos y otros actos de vandalismo.

El mandatario firmó hoy un proyecto de ley para crear un mecanismo de estabilización del precio de la electricidad, una de las medidas que anunció hace dos días para tratar de aplacar el descontento social.

La medida busca anular la última subida del precio de la luz, de un 9,2 % de promedio, y mantener sin variación la tarifa hasta diciembre del 2020. Piñera admitió que la batería de medidas sociales que presentó, que incluye mejoras en las pensiones, los salarios y el precio de los medicamentos, no resuelve todos los problemas, aunque consideró que apunta en la dirección correcta.

"Sabemos que constituye un importante alivio y un importante aporte a resolver esos problemas y a mejorar la calidad de vida de nuestros compatriotas", sostuvo. El mandatario explicó que financiar la agenda social requerirá un "enorme" esfuerzo del Estado, con reasignaciones de presupuesto y sacrificios, aunque dijo que el Gobierno está "absolutamente convencido" de que vale la pena seguir adelante. 

La tensión sufrió una tremenda escalada cuando un conductor no identificado se introdujo en la multitud en una manifestación en la ciudad de San Pedro de la Paz y atropelló mortalmente a un niño de cuatro años. También murió otra persona en el ataque.