Sánchez clarifica el programa del PSOE y elimina la apuesta por el federalismo y la plurinacionalidad

Madrid

No hay referencia al documento de julio de 2013 en el que el PSOE apostó por la reforma federal de la Constitución ni tampoco al que, tras la reelección de Pedro Sánchez, acordaron PSOE y PSC en julio de 2017 incorporando la plurinacionalidad del Estado. Ambos planteamientos sobre el modelo territorial, recogidos en las declaraciones de Granada y Barcelona, estaban mencionados en el programa electoral socialista del 28 de abril pero desaparecen totalmente para el 10-N, que simplifica este capítulo de manera significativa. Pedro Sánchez no quiere que la ambigüedad o los matices confundan al electorado ni debiliten su mensaje de firmeza en defensa de la Constitución.

La propuesta socialista sobre el modelo territorial para el 10-N se resume en siete puntos del programa que este martes va a aprobar el PSOE, al que ha tenido acceso la Cadena SER. El texto ni siquiera hace una mención expresa a la mejora del autogobierno que se planteaba en abril. Se limita a plantear la "mejora de la colaboración institucional con todas las comunidades autónomas", al tiempo que apuesta por abordar "el conflicto de convivencia en Cataluña impulsando el diálogo entre catalanes y también entre el Gobierno de España y la Generalitat de Cataluña, siempre dentro de la Constitución y del Estatuto de Autonomía".

En este modelo, subraya el programa del PSOE, "no tiene cabida un referéndum de autodeterminación, que el Tribunal Constitucional ha considerado contrario a la Constitución y que, desde una perspectiva política, provoca la quiebra de la sociedad".

En esta convocatoria de noviembre y en plena crisis por las reacciones a la sentencia del procés, el PSOE evita cualquier aspecto que pueda ser interpretable y desparece del articulado del programa todo lo referido a las singularidades de los territorios, que estaba en la oferta electoral de abril y que emana del pacto que los socialistas sellaron en Granada en 2013. En concreto, suprime "el reconocimiento de las singularidades de los distintos territorios" en los estatutos y la aspiración a una "definición más precisa de los aspectos identitarios, históricos, culturales, políticos y lingüísticos así como una organización institucional y territorial adaptada a las peculiaridades de cada comunidad".

No hay mención alguna a la reforma de la Constitución para construir un Estado federal y solo propone avanzar "hacia un modelo de Estado integrador, en el que la diversidad, la igualdad y la solidaridad sean valores compatibles". Un modelo en el que el Gobierno "garantice la cohesión desde la lealtad al ejercicio de las funciones que la Constitución habilita a las comunidades autónomas, en el que las distintas administraciones cuenten con una adecuada financiación, actúen con transparencia, colaboren entre ellas y actúen con lealtad institucional".

A lo que no renuncia el PSOE es al "fortalecimiento del reconocimiento expreso de los instrumentos y procedimientos de colaboración y coordinación, que favorezcan las relaciones del Estado con las comunidades autónomas". Ahí cita la Conferencia de Presidentes, las Conferencias Sectoriales, los convenios de colaboración de las comunidades autónomas con el Estado y de éstas entre sí y la "trasformación del Senado". Apuesta además por la previsión de las reglas y principios del sistema de financiación y la aprobación de uno nuevo.

Termina el capítulo referido al modelo territorial con una leve referencia al impulso de la "descentralización institucional del Estado, trasladando total o parcialmente las sedes de diversas instituciones y organismos a distintas ciudades".

La redacción actual del programa socialista sobre el modelo territorial coincide con la que presentó el PSOE a Unidas Podemos en el documento para la negociación de la investidura en septiembre pasado.