El cambio climático se ceba con los niños
2.9 millones de niños y adolescentes murieron en el 2016 por la contaminación del aire y, en el 2018, 220 millones de personas mayores sufrieron olas de calor, un nuevo récord, según advierte un nuevo Informe realizado por 35 Instituciones internacionales como la OMS o el banco Mundial
Madrid
El cambio climático ya está dañando la salud de los niños de todo el mundo y basta un solo dato para demostrarlo: la contaminación del aire mató a casi tres millones de menores en el 2016. Mientras tanto, en Europa la contaminación atmosférica provoca ya una factura en gastos sanitarios que supera los 129.000 millones de euros, al año.
Esta es la advertencia de un nuevo informe global que han realizado 120 expertos de 35 organismos internacionales, como la OMS (la Organización Mundial de la Salud), el University College de Londres o el Banco Mundial. "Este año, los efectos acelerados del cambio climático se han vuelto más claros que nunca", ha explicado el profesor Hugh Montgomery, coautor de este informe que publica la prestigiosa revista médica The Lancet.
Por ejemplo, los grandes incendios forestales registrados este año en Siberia, Australia y California han disparado los casos de asma e infecciones respiratorias en la población infantil. Mientras tanto, 220 millones de personas mayores de 65 sufrieron, en el 2018, olas de calor, todo un récord, según denuncia este informe, ya que son 60 millones más que en el 2017.
Y el problema son "las altas emisiones de CO2", porque si continúan creciendo al ritmo actual, un niño nacido hoy se enfrentará a un mundo con una temperatura media más de 4 °C más cálido para su 71 cumpleaños, "amenazando su salud en cada etapa de su vida" según subraya este estudio.
"Los niños son particularmente vulnerables a los riesgos para la salud de un clima cambiante, porque sus cuerpos aún se están desarrollando y esto los hace más vulnerables a las enfermedades y los contaminantes ambientales", ha asegurado el doctor Nick Watts.
Menos comida
Y, por si fuera poco, el aumento del calor está provocando ya una disminución importante de la producción de alimentos básicos en los últimos 30 años, como el maíz (un 4% menos) o el arroz (-4%) y esto, a su vez, eleva los precios. Por ejemplo, en los años 2007 y 2008, el precio de pan en Egipto aumentó un 37%.
En los últimos 30 años, el número de días con una temperatura adecuada para el crecimiento de una bacteria que causa diarreas a nivel mundial se ha duplicado y esto también está sucediendo con el cólera y el dengue.
Este informe también señala que 152 de los 196 países analizados han experimentado un aumento de las personas expuestas a incendios forestales desde el 2001. Solo en el India el número de víctimas ha crecido más de 20 millones y en China alrededor de 17 millones.
El 2018 es, de momento, el año más cálido de la historia y las olas de calor extremo hicieron perder en todo el mundo 45.000 millones de horas de trabajo.
Brotes verdes
A pesar de la magnitud del problema, este informe también ofrece algunos datos positivos. Por ejemplo, casi la mitad del aumento de la generación de energía en el 2018 se debió a las fuentes renovables como la solar o la eólica. Mientras tanto, el uso de la electricidad como combustible para el transporte por carretera creció casi un 21% a nivel mundial de 2015 a 2016.
Para frenar los efectos del cambio climático, este estudio pide también una ayuda económica de 100.000 millones de dólares al año para los países con bajos ingresos económicos, como se aprobó en la cumbre del Clima de Copenhague.
Además, se propone aumentar los sistemas de transporte público, crear más carriles bici y fomentar el alquiler y venta de vehículos no contaminantes.
Javier Gregori
Periodista especializado en ciencia y medio ambiente. Desde 1989 trabaja en los Servicios Informativos...