Indignación en la comunidad judía por una subasta de objetos de Hitler
Un ejemplar de 'Mein Kampf (Mi lucha), de Adolf Hitler, encuadernado en plata, fue adjudicado este miércoles por 130.000 euros en una subasta en Alemania, que se celebró a pesar de las críticas formuladas por la Asociación Judía Europea
Berlín
Un ejemplar de "Mein Kampf (Mi lucha), de Adolf Hitler, encuadernado en plata, fue adjudicado este miércoles por 130.000 euros en una subasta en Alemania, que se celebró a pesar de las críticas formuladas por la Asociación Judía Europea (EJA).
La casa de subastas Hermann Historica, con sede en Múnich, vendió además del ejemplar del libro escrito por Hitler un sombrero de copa que perteneció al dictador nazi y que en la puja alcanzó los 50.000 euros.
Una fotografía, dedicada por el dictador nazi a un amigo de infancia, se vendió por 46.000 euros, además de una carta escrita por el propio Hitler por 80.000 euros.
En la carta, fechada en 1908, se disculpa con August Kubizek, a quien escribe, por no haberlo hecho más a menudo. "No sabía qué responderte que pudiera interesarte", se puede leer en la misiva. También le pide un favor: que le compre "una guía de la ciudad de Linz. En la portada sale una fotografía de una niña y en la contraportada se ve Linz desde el Danubio", escribe Hitler sobre esa ciudad de su Austria natal. "Cuesta seis hellers - moneda de la época - que te incluyo en el sobre a través de sellos postales", precisó Hitler.
A los precios alcanzados en la venta hay que aplicar una comisión de la casa de subastas que va del 25 al 30 %, según el lote.
También se vendió una cubertería personal de Hitler, que alcanzó más de 1.000 euros por cada pieza. De la esposa de Hitler, Eva Braun, se han subastado sombreros, bolsos y abrigos, el más caro de estos por 6.000 euros.
La Asociación Judía Europea dirigió un escrito al director de Hermann Historica, para intentar parar la subasta. En una respuesta a Menachem Margolin, el rabino que firmó la carta, el director de la casa de subastas, Bernhard Pacher, asegura que su compromiso está en educar sobre lo que ocurrió durante los años del Tercer Reich.
"Veo el peligro de que erradicando todo lo que alguna vez perteneció a estas personas se allane el camino para lo que usted ha denominado como glorificación y justificación de estos individuos", respondió Pacher al rabino.
Reiteró también que los responsables de la casa de subastas están atentos a quién compra los objetos: "Le aseguro que los compradores no son neonazis ni fanáticos de su ideología", explicó Pacher.