Las cinco habilidades clave para los trabajos del futuro... y no, no necesitas varias carreras

Madrid

No todo lo que deberíamos saber está en los libros. El mundo laboral es cada vez más cambiante, dinámico y complejo, por eso en ocasiones lo que nos transmiten las aulas no se corresponde con la realidad del trabajo. Las habilidades que nos pedirán los empleos del futuro se dan en espacios diferentes y tienen mucho que ver con el desarrollo de las relaciones sociales. 

Además, aunque la preparación es imprescindible, el éxito ya no está ligado necesariamente a unos estudios de alto nivel, ni tampoco está definido por la riqueza, sino por la adaptación a los problemas de la sociedad moderna. Y esta capacidad comienza y debe comenzar con los jóvenes, en los estudiantes, la generación que mejor se integra ante los cambios del mundo real. ¿Cuáles son estas habilidades clave?

1. Comunicación y colaboración

Según el informe, una habilidad que es imprescindible para los estudiantes es la de usar el lenguaje y las formas no verbales para comunicarse bien. Pero no solo eso. También es importante manejar las situaciones sociales, es decir, desarrollar una buena entonación, gestos y contacto visual.

Esto está en estrecha relación con la colaboración. Colaborar significa trabajar con otras personas para conseguir objetivos comunes y demostrar que se está abierto a aprender de los demás y a compartir recursos y conocimiento. El estudio reconoce lo que ya se exige en muchos currículums y entrevistas de trabajo: saber inglés. De hecho, aprender un idioma y emplearlo con frecuencia ayuda a que el desenvolvimiento social sea mucho más sencillo.

2. Creatividad y pensamiento crítico

La creatividad implica generar nuevas ideas y proponer soluciones a los problemas. Saber responder a los desafíos y producir interpretaciones diferentes es algo que buscan las empresas, pero también desarrollar opiniones razonadas sobre temas políticos, económicos y sociales que hay en nuestro entorno.

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Como dice el informe de Oxford, es crucial en un mundo hiperconectado saber reconocer las noticias falsas y navegar con suficiencia por la red. Es decir, ser crítico y aplicar el pensamiento crítico al trabajo o al estudio diario. Se trata, en definitiva, de “pensar más allá de la caja” y formarse una opinión juiciosa sobre las cosas que nos rodean.

3. Competencia intercultural y ciudadanía

Esta habilidad se refiere a la capacidad para los encuentros interculturales en un sentido respetuoso, apropiado y sensible. Porque uno nunca sabe con quién va a trabajar o estudiar. En este sentido, el estudio sugiere que la clase de lengua inglesa y aprender un idioma, en general, constituye un entorno perfecto para desarrollar futuros proyectos. Pero sobre todo sirve para abrir la mente y entender que no todo se reduce a un horizonte cerrado de oportunidades. 

La ciudadanía significa tener suficiente responsabilidad como para gestionar problemas locales y globales. Y, en caso de dirigir un espacio de poder, aplicar esta responsabilidad en un sentido inclusivo y sostenible (emocionalmente, medioambientalmente, etc.). 

4. Autorregulación emocional y bienestar

 Las competencias que recoge este estudio están abiertas a todos los estudiantes y son sumamente transferibles, de hecho, las aulas son lugares ideales para transmitirlo por su naturaleza comunicativa y el enfoque intercultural. Por lo demás, es importante reconocer las emociones que uno experimenta y saber gestionarlas. Esta es la base para el bienestar, es decir, tener la voluntad para encontrar un sentido de propósito y ser capaz de encontrar apoyo social. 

5. Alfabetización digital

Las competencias digitales, como no, son imprescindibles para desarrollar cualquier trabajo en el futuro. Como recoge el documento, en un entorno de cambiante producción digital, en el que los canales de comunicación son cada vez más innovadores y donde solo media la tecnología, es necesario interpretar, administrar, compartir y crear eficazmente significado a través de estos canales. 

Como señalan los expertos en el informe, estas habilidades que ya están presentes en líderes como Greta Thunberg o Malala Yousafzai, no se enseñan con regularidad en las aulas. Por eso, muchas veces los jóvenes que se enfrentan a un mundo laboral cada vez más difícil pueden frustrarse y, al final, encontrar un entorno desmotivador y profundamente complicado. De ahí que consideren que muchas de estas competencias deben implementarse con eficacia en los modelos educativos. Porque tanto las empresas, como los futuros trabajadores podrán beneficiarse y crear un contexto adecuado para trabajar.