Baldoví destaca que el PSOE le ha hablado de "avances" respecto a las negociaciones con ERC
Sánchez se muestra dispuesto a verse con Torra para encarar el 'conflicto político'
El candidato a la presidencia traslada a Feijóo su intención de ser investido "de inmediato"
Madrid
Desde las nueve de la mañana de este martes, el presidente en funciones Pedro Sánchez ha comenzado una frenética ronda de conversaciones telefónicas con los líderes autonómicos en función de su antigüedad estatutaria. En paralelo, el PSOE, en la persona de la portavoz del grupo parlamentario, Adriana Lastra, se ha reunido con Más País, Compromís, ERC, EH Bildu, JxCat y la CUP. Ha sido el diputado de Compromís, Joan Baldoví, el que ha revelado que el partido socialista le ha transmitido "que está habiendo avances" respecto a las negociaciones con ERC: "Salgo de la reunión moderadamente optimista. Creo sinceramente que la cosa puede salir". Por su parte, Íñigo Errejón —líder de Más País— también ha mostrado su optimismo y que "estamos en el buen camino". "Quienes queremos un gobierno con sensibilidad territorial, ecológica social y feminista estamos en el buen camino, creo que ese gobierno se va a producir", ha completado.
Una de esas primeras reuniones, Sánchez se ha reunido con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, donde han acordado una reunión en cuanto arranque la legislatura. Con este encuentro, el líder socialista busca rebajar la tensión territorial y, si es investido, conformar un Gobierno que encare políticamente el "conflicto político". Desde Moncloa, la reunión con Torra será una más en la agenda territorial que Sánchez está dispuesto a abrir, una vez investido, en una legislatura que pretende marcada por el diálogo. Sin embargo, para el Govern la reunión es "bilateral" y Torra pondrá sobre la mesa reivindicaciones como la autodeterminación o la libertad de los presos.
En esta suerte de llamadas telefónicas, Sánchez ha anunciado a cada uno de los líderes con los que ha hablado que convocará la conferencia de presidentes autonómicos en el Senado tras la investidura. Y les ha trasladado que la conferencia será uno de los ejes principales de la legislatura, que será "por un lado la del diálogo y, por otro, la de la reducción de la tensión territorial". Aparte de este foro, Pedro Sánchez ha apostado por reuniones bilaterales dentro de la política de normalización territorial para renovar el modelo de financiación autonómica.
Esta conferencia de presidentes no se reúne desde enero de 2017, y en 13 años, desde su creación en 2004 a iniciativa de José Luis Rodríguez Zapatero, sólo se ha convocado en seis ocasiones y en la última declinaron su asistencia los presidentes de Cataluña y el País Vasco. Ahora, Sánchez ha ofrecido que este encuentro tenga carácter anual. Sin embargo, la reforma del reglamento para que el foro se celebrase cada año ya fue aprobado en marzo de 2017, a petición de los asistentes a la última conferencia, y publicado en el BOE.
Las conversaciones telefónicas con los líderes territoriales han sido interpretadas por el PP como una excusa para "blanquear" un futuro encuentro presencial con Torra. Los populares han criticado a Sánchez que no haya aprovechado la llamada para informar al presidente de la Generalitat de que iba a enviarle un requerimiento para que acate la Constitución, previa a la puesta en marcha del 155.
El primero en recibir su llamada ha sido el lehendakari, Íñigo Urkullu, con quien ha coincidido en la apuesta por reforzar el marco del diálogo territorial y avanzar en las transferencias de competencias ya pactadas. A continuación, Sánchez ha hablado con Torra donde han expresado su coincidencia en organizar una reunión. Las fuentes de la Generalitat han incidido en que Torra ha recalcado su apuesta por el ejercicio del derecho a la autodeterminación y el fin de "la represión", así como por la libertad de los políticos soberanistas presos. Sánchez ha respondido que España es "un Estado social y democrático de derecho" y que defiende "plenamente" la independencia de la justicia, han apuntado las fuentes de Moncloa.
En estos propósitos de la conferencia de presidentes se incardina, además, la reforma del modelo de financiación autonómica, para lo que el presidente en funciones quiere celebrar reuniones bilaterales. Así se lo ha transmitido a Urkullu y a Torra, pero también al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. Ambos han abordado la decisión del Ministerio de Hacienda de restringir la capacidad de financiación del Ejecutivo andaluz debido al incumplimiento de los techos de déficit durante ejercicio anterior, con Suana Díaz como presidenta. De acuerdo con la versión de Moncloa, Sánchez ha explicado a Moreno que esta notificación no es ni mucho menos una intervención, sino "una tutela hasta que se cumplan los objetivos de estabilidad". Las medidas establecidas por el Departamento de María Jesús Montero "no perjudican a Andalucía", ha insistido. El actual presidente de la Junta, sin embargo, no ha visto "garantías" de que Moncloa quiera revertir dichas medidas.
Las otras conversaciones de la mañana han sido con los presidentes de la Xunta de Galicia y del Gobierno de Cantabria, Alberto Núñez Feijóo y Miguel Ángel Revilla, respectivamente. Con ambos ha tratado la situación de la "industria electrointensiva" y su intención de poner en marcha el "Estatuto del consumidor electrointensivo". El gallego ha anunciado, además, que Sánchez le ha transmitido su apuesta por la continuidad de la fábrica de Alcoa en la provincia de Lugo. También ha hablado con el presidente valenciano, Ximo Puig, que ha trasladado a Sánchez que la "gran prioridad" cuando haya gobierno debe ser reformar la financiación autonómica, así como avanzar hacia "medidas federalizantes".
A todos sus interlocutores, Sánchez ha transmitido su voluntad de que no haya unas terceras elecciones y la necesidad de formar un gobierno lo antes posible. Además de los líderes territoriales, Sánchez ha conversado con el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Abel Caballero. Y de los encuentros de Lastra y el secretario general del grupo socialista, Rafael Simancas, con los portavoces de los partidos, el PSOE se ha mostrado optimista y ha valorado "la actitud constructiva y el ánimo de no bloquear", en el caso de Más País, Compromís y Bildu.
Si el líder de Más País, Íñigo Errejón, se ha mostrado confiado en que Sánchez logrará los apoyos a la investidura, mientras que, en la misma línea, Joan Baldoví, ha dicho: "Creo sinceramente que puede salir". Desde ERC, su portavoz, Gabriel Rufián, no ha hecho valoraciones si bien ha quedado claro que era una reunión entre los grupos parlamentarios y no con el equipo negociador, que ya celebró tres encuentros, el último en Barcelona, en los que ambas partes han constatado avances y han quedado en seguir hablando.
Al término del encuentro con Lastra, la delegación de EH Bildu ha informado de que había pedido al PSOE iniciar un debate del modelo territorial, en el que se reconociera la plurinacionalidad y el derecho a decidir, al tiempo que ha reclamado a los socialistas la revisión de la política penitenciaria. Por su parte, JxCat ha salido de la reunión con el PSOE con la misma posición de rechazo a la eventual investidura de Sánchez que lleva defendiendo desde hace semanas, pero con la intención de seguir hablando con los negociadores socialistas mientras que la CUP les ha trasladado que no desea garantizar la gobernabilidad. La diputada Mireia Vehí ha justificado su posición en el hecho de que el PSOE y Unidas Podemos quieren "una gobernabilidad sin rumbo, que busca la paz social sin resolver los problemas de fondo".