Portugal es el país del mundo con mayor número de viviendas por habitantes, pero una de cada diez está vacía
La concentración de la población en Lisboa y Oporto, y el turismo masificado, han generado una crisis inmobiliaria
Lisboa
Hace más de medio siglo la fadista Amália Rodrigues se hizo famosa cantando sobre Uma Casa Portuguesa con paredes caídas y cierto olor a romero. Si bien esa visión costumbrista daba para describir a la vivienda típica del país vecino en los años 50, hoy en día el mercado luso es mucho más diverso, y tan abundante que nuevos datos recopilados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sitúan a Portugal como el país con el mayor número de viviendas por habitantes.
Según los informes de la OCDE analizados por la cadena TSF, el país vecino contaría con más de 5,8 millones de viviendas; al estar poblado por poco más de 10 millones de personas, se concluye que hay una media de 577 casas por cada 1.000 habitantes. Esta proporción hace que Portugal se sitúe en primer lugar de la lista de países con mayor proporción de viviendas por habitantes, seguido por Bulgaria -donde la media es de 558 casas por cada 1.000 búlgaros- y España (551). El número de hogares en los Estados Ibéricos y Bulgaria es muy superior a la media de 456 casas por cada 1.000 habitantes registrada en el medio centenar de países cuyos datos fueron analizados por la OCDE.
De ese enorme número de casas habitables, más de 735.000 viviendas lusas -el 12,5% del total- están vacías, pero pese a esa situación en Portugal actualmente se vive una seria crisis inmobiliaria. Y es que desde hace medio siglo el país vecino vive un éxodo rural impresionante: entre 1960 y 2016 la población del interior cayó en un 37%, mientras que la del litoral luso aumentó un 52%. Según los últimos datos del Gobierno portugués, actualmente el 42% de la población lusa se concentra en las zonas metropolitanas de Lisboa y Oporto.
La demanda en el litoral -y especialmente en las dos mayores ciudades de Portugal- ha hecho que se disparen los precios, y la situación ha empeorado con el boom turístico de los últimos años y el aumento de viviendas tornadas en alojamientos locales. La población lusa sufre los efectos del fenómeno, y la OCDE alerta que actualmente una en cada diez familias del país vecino gasta más del 40% de sus ingresos mensuales en el alquiler de su vivienda, una cantidad mayor a la recomendada por los economistas de la organización.
Si bien el Gobierno ha intentado combatir la situación con programas de ayudas que pretenden fomentar la vuelta al interior, y con descuentos para quienes califiquen sus alojamientos locales como pisos de alquiler habitual, de momento la situación sigue siendo dramática en Lisboa y Oporto, donde los precios no paran de subir. Aunque ha evitado calificar la situación como una "burbuja", hasta la Comisión Europea ha alertado que el ritmo de crecimiento del valor de los inmuebles podría producir "desequilibrios macro económicos" en el futuro próximo.
Uno de los colectivos más afectados por la crisis inmobiliaria es el de los universitarios, que no consiguen pagar los alquileres en las grandes zonas metropolitanas, e incluso en ciudades como Braga, donde no hay alojamientos suficientes para acoger a todos los alumnos de la Universidad do Minho. Esta semana la Asociación Académica de la Universidad ha puesto a la venta su calendario benéfico para 2020, en el que miembros del alumnado posan desnudos para denunciar su vulnerabilidad ante una situación crítica. El dinero recaudado por la venta del calendario irá al Fondo Social de Emergencias de la asociación, que presta ayuda a los alumnos más necesitados a lo largo del año lectivo.