Ocio y cultura
Benito Pérez Galdós

Centenario Galdós: el cronista de la España del bipartidismo y la corrupción

En 2020 se celebra el centenario de la muerte del novelista, dramaturgo y escritor canario, uno de los intelectuales clave en la historia de la literatura en español, gracias entre otras obras a los Episodios Nacionales

CEDIDA

Madrid

"Tendremos que esperar como mínimo 100 años más para que en este tiempo, si hay mucha suerte, nazcan personas más sabias y menos chorizos de los que tenemos actualmente". La frase no la dijo nadie a las puertas del juzgado tras el juicio de la Gürtel, de la Púnica o de los ERE, sino uno de los escritores más importantes de las letras hispanos: Benito Pérez Galdós.

Murió en su querido Madrid, el 4 de enero de 1920.  El centenario de su muerte coincide con una de las investiduras más complejas de la democracia, una jornada, la de hoy, que le encantaría al escritor canario. Galdós fue el gran cronista de una época convulsa en España. Llegó a escribir que bastarían, como mínimo cien años más, para que en este tiempo, si hay mucha suerte, nazcan personas más sabias y menos chorizos de los que tenían actualmente. Una reflexión que cien años después nos lleva directos al Congreso de los Diputados. 

Su evolución política pasó del liberalismo al socialismo. Galdós frecuentó los círculos liberales para pasar al republicanismo moderado del reformista Melquíades Álvarez y acabar abrazando a su admirado Pablo Iglesias, con quien formaría la Conjunción Republicano-Socialista (1909), de la que él mismo fue presidente. "Voy a irme con Pablo Iglesias. Él y su partido son lo único serio, disciplinado y admirable que hay en la España política".

Su actividad política se refleja en su compromiso político como republicano, (salvo su apoyo a Prim y al efímero monarca Amadeo de Saboya), que le llevó a apoyar la revolución Gloriosa de 1868 contra Isabel II. Galdós llamaba a los moderados unas "momias animadas". También criticaba a los liberales y, de los neocatólicos, decía que eran un partido amigo de las tinieblas.a-1276541844/ Su crítica a la política no era hacia un partido concreto; sino a un sistema donde reinaba el caciquismo y donde ya se hablaba de casta, una pléyade de políticos ricos ajenos a las penurias del pueblo.

Su obra literaria dio cuenta de cómo las clases populares vivían hacinadas en los barrios más obreros y pobres. La desheredada (1881), Fortunata y Jacinta (1887), Misericordia (1897), y Miau (1888) - . Seguir leyendo: http://www.libertaddigital.com/cultura/2015-03-01/galdos-republicano-contra-la-casta-1276541844/. Novelas a la altura de la obra de grandes novelistas realistas de esa época como Flaubert;  Dickens o Tolstoi. Junto a Emilia Pardo Bazán y Leopoldo Alas Clarín renovó la literatura de su tiempo.

También retrató una incipiente crisis pre capitalista, que recuerda a la situación actual. Lo hizo en escritos como Dinero, dinero, dinero, firmado en enero de 1865. "El vil metal es causa de todos los conflictos: todas las crisis políticas son juegos de chicos, comparadas con una crisis financiera". Sus palabras sobre la crisis económica y la desigualdad siguen vigentes: "No es la Discordia, es la crisis. La crisis financiera, que es la más terrible de las crisis. La pobreza, mas no de uno, sino de todos los españoles, la bancarrota de una nación, la sublimidad del desfalco, el trueno reducido a su más augusta expresión".

La crisis territorial ya existía en el siglo XIX y el XX, las épocas por las que Galdós transitó. El carlismo fue un gran quebradero de cabeza, del que todavía hoy resuenan algunos sones. Galdós retrató a varios personajes carlistas y del partido en sí dijo: "Como partido inmoral y corrompido busca el carlista amparo en la legalidad cuando espera sacar de ésta alguna ventaja; pero la menosprecia y ultraja cuando ve frustradas sus esperanzas".

“Alarmante es la palabra Revolución. Pero si no inventáis otra menos aterradora, no tendréis más remedio que usarla”, alertaba el escritor e intelectual. Una de sus últimas biografías, firmada por Cánovas Sánchez, explica que toda su obra hay una búsqueda permanente de la identidad española. "En sus primeras novelas expresó su fe en la capacidad reformista de las clases medias. Durante la Restauración advirtió con pesar que las clases medias se habían integrado en el sistema y habían claudicado ante los poderosos. A principios del siglo XX consideró que la verdadera patria estaba integrada por los trabajadores que luchaban para mejorar sus condiciones de vida y construir una sociedad más solidaria".

Los Borbones, los políticos bipartidistas, hasta republicanos y comunitas... nadie se libró de la crítica galdosiana. Tampoco la Iglesia. Su obra más destacada de toda su producción teatral, Electra, desató todo un movimiento anticlerical. Este duro alegato contra el poder clerical llenó el Teatro Español y provocó distintas protestas y actos contra la Iglesia, además de la censura de muchas diócesis. Otras de sus obras, como El abuelo, Marianela o Nazarín, han sido adaptadas al cine. Buñuel supo ver en su prosa el mejor retrato de España. "Es la única influencia que yo reconocería, la de Galdós", decía el cineasta aragonés.

a-1276541844/Su obra más política y con la que Galdós ha pasado a los anales de la historia son los Episodios Nacionales. Se trata de una coleción de 46 novelas históricas que recorren la historia de España reciente. Que acaban en Cánovas del Castillo, donde Galdós vaticinaba el fin del bipartidismo, lo que llamaba "el turnismo al más puro estilo Cánovas y Sagasta", como un modelo agotado. Habría que invitarle hoy a la tribuna de invitados del Congreso para que viera las pericias matemáticas a la hora de cuadrar gobierno.

Cánovas fue el último que consiguió escribir, más bien dictar, puesto que ya la ceguera no le permitía hacer casi nada. Dejó por terminar los episodios correspondientes a Sagasta, Las colonias perdidas, La reina regente y Alfonso XII. Con ellas hubiera culminado su retrato y análisis de la restauración, uno de los momentos clave de la historia española. Si sumamos a los Episodios Nacionales, las novelas de Max Aub sobre la guerra civil y el franquismo, y las de Rafael Chirbes sobre la corrupción en democracia, podríamos trazar un panóptico perfecto de los desastres españoles. Nos faltaría un cronista actual, que empezara a retratar a la España de hoy.

Pocos hay con el talento de Galdós, el propio Max Aub lo consideró el mejor novelista tras Cervantes y uno de los mejores cronistas españoles, junto con el dramaturgo Lope de Vega. “Si se perdiera todo el material histórico de esos años -el siglo XIX-, salvándose la obra de Galdós, no importaría. Está ahí completa, viva, real, la vida de la nación durante los cien años que abarcó la garra del autor”, sentenciaba Aub en la biografía Luis Buñuel, novela.

Pepa Blanes

Pepa Blanes

Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...

 
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