PSOE y Unidas Podemos se conjuran en el Congreso mientras deciden si sus ministros serán también diputados
En el PSOE, aunque la decisión no está tomada, se espera que los futuros ministros dejen el acta de diputados, mientras que en Unidas Podemos mantendrán sus escaños, a la espera de que se decida otra cosa
Madrid
Con los nombres de la estructura del nuevo gobierno casi cerrados, PSOE y Unidas Podemos comienzan a planificar el trabajo conjunto en las distintas Cámaras decidiendo, de paso, la convivencia o no de los miembros del nuevo ejecutivo con las labores parlamentarias en el Congreso. Se espera una legislatura tensa, con la derecha movilizada buscando el desgaste, ya se comprobó durante la sesión de investidura, así que los socios de izquierdas tratan de conjurarse para asegurarse de que la acción de gobierno salga después adelante.
Por un lado está la decisión de si los elegidos para el nuevo Ejecutivo mantendrán sus actas en el caso de ser diputados. En el PSOE no está aún tomada, si bien los hasta ahora ministros en funciones son todos diputados. Sin embargo, las nuevas incorporaciones, con perfiles técnicos como Escrivá y González Laya, rompen esa unanimidad. En el precedente de 2018, tras la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez al Gobierno, se optó porque los parlamentarios que lograron cartera, Abalos, Batet y Robles, dejaran su escaño y centraran su esfuerzo en los ministerios, pero la situación entonces era otra. El PSOE contaba solo con 84 diputados frente a los 120 actuales.
En el caso de Unidas Podemos, sus ministrables, Irene Montero, Yolanda Diaz y Alberto Garzón mantendrán de momento su escaño según confirman fuentes de la formación. También los Secretarios de Estado, casos como el de Ione Belarra. Una medida tomada a priori pero que se irá revisando según avancen los meses, comprobando cómo funciona la coordinación durante una legislatura que en todo caso los morados confían en que dure los cuatros años completos. Manuel Castells, ministro de Universidades, no es diputado así que no entra en este planteamiento.
El primer paso, sin embargo, ha sido la firma del protocolo de seguimiento del acuerdo, que incluye la creación de una comisión de seguimiento parlamentario y el compromiso firmado de dar apoyo al Gobierno en el Congreso y en el Senado, actuando “con unidad de criterio” en las asuntos que se refieran al acuerdo programático firmado el pasado día 30, aunque se mantendrá la libertad de voto para las inciativas que queden fuera de ese documento.
Será una legislatura en la que cada voto cuente por lo ajustado de las mayorías, así que los diputados y diputadas de PSOE y Unidas Podemos, se sienten o no en el Consejo de Ministros, tendrán que garantizar con su presencia que las medidas pactadas por el gobierno salgan adelante en las Cámaras parlamentarias.