Ocio y cultura

La Abadía cumple 25 años con un homenaje a su fundador y mirando al futuro

El Teatro de La Abadía celebra sus 25 años de existencia con un ciclo de actividades y un homenaje a su fundador, José Luis Gómez

Imagen de 'Lear (desaparecer)' de la compañía Los números imaginarios, próximamente en La Abadía / Luz Soria

Imagen de 'Lear (desaparecer)' de la compañía Los números imaginarios, próximamente en La Abadía

Madrid

“Del deseo de hacer algo más grande que yo con otros y para otros”. Con ese deseo de su fundador, José Luis Gómez, abrió sus puertas en Madrid el Teatro de La Abadía el 14 de febrero de 1995, con la representación de Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte en la antigua capilla del Colegio de la Sagrada Familia. Empezaba entonces la andadura de este espacio que el actor y director José Luis Gómez proyectó como una casa de teatro y estudios en la tradición de los teatros de arte europeos.

La Abadía celebra sus 25 años de existencia y lo hará a lo largo de 25 días con un ciclo titulado 'Instrucciones y prácticas de vuelo', que acogerá espectáculos, un concierto, lecturas, exposiciones, recitales o experiencias inmersivas y que comienza este jueves con un homenaje a su fundador, José Luis Gómez. Un acto presentado por Lluís Homar, en el que intervendrán, entre otros, Nuria Espert, Emilio Lledó, Juan Luis Cebrián, Gregorio Marañón o Antonio Garrigues Walker, que hablarán de su faceta de director de escena, de cómico, de docente o de académico.

"2020 es una cifra muy singular: por un lado, yo cumplo 50 años, José Luis Gómez va a cumplir 80, La Abadía cumple 25 y, además, hace un año, en febrero de 2019 fue cuando José Luis contacta conmigo -yo estaba dirigiendo el Festival de Otoño-, me hace la propuesta (de dirigir la Abadía) y yo acepto". Son palabras de Carlos Aladro, director de La Abadía desde el pasado mes de febrero, que explica que se dio cuenta de que este mes de febrero de 2020 suponía "un umbral de paso, un lugar de transformación" y que "era necesario un rito, un espacio de celebración y de reflexión, y de homenaje y agradecimiento, de repaso de lo pasado, de constatación de lo presente y de mirada al futuro".

Sin embargo, Aladro niega que este homenaje a Gómez que abre la celebración del 25 aniversario suponga la escenificación de un fin de etapa, de una despedida: "No es un ritual de despedida, sino de reconocimiento a la labor realizada y en el contexto de un proceso ordenado de transformación era necesario este rito de reconocimiento, pero en ningún caso es una despedida porque José Luis sigue aquí y sigue contribuyendo y colaborando".

Horas antes del homenaje, Jose Luis Gómez dice vivir este reconocimiento "con una suerte de balance de vida. Hay vientecillos de melancolía interrumpidos por ráfagas de entusiasmo. ¿Entusiasmo por qué? Tarea cumplida. ¿La melancolía? Queda poco tiempo".

José Luis Gómez recuerda que la decisión de dejar hace un año la dirección del teatro "la tomé yo y únicamente yo, a raíz de un percance de salud cuyas razones ya parecen haberse soslayado y, evidentemente, el tiempo en el que yo deseaba dar ese paso y culminar ese proceso era un poco más amplio, más largo del que ha sido, pero por circunstancias que ahora no vienen al caso, no pudo ser de otra manera. Y en esas circunstancias yo barajé varias personas y personalidades, y entre ellas estaba Carlos Aladro".

¿Si hubiera sabido que sus problemas de salud iban a ser "soslayados" hubiera tomado la misma decisión de dejar la dirección de La Abadía? "Yo creo que ahora, a la vista, creo que la decisión estaba bien tomada. La energía personal a veces puede ser engañosa y yo me siento con una dosis intensa de energía personal, de buena salud, pero esto puede ser muy engañoso. Yo creo que estuvo bien hecho, (la decisión) estuvo bien tomada en el tiempo".

Acerca del futuro de La Abadía, Aladro dice querer que este teatro "sea una casa abierta a muchos creadores y muchos ciudadanos". ¿No lo era antes? "Lo era de una manera que se puede transformar, estaba basado en un modelo teatral en el que había una figura artística, que era el eje central de su funcionamiento; ahora hay una dirección facilitadora que convoca a diversos artistas, se pasa del uno al varios, de la figura central al colectivo de artistas".

Gómez, que ensaya estos días en La Abadía su Recital del Cantar del Mío Cid, que  recuperará el próximo 15 de febrero, cree que "Carlos (Aladro) se está esforzando mucho y no debo emitir ningún juicio, es pronto y no me incumbe, le deseo mucha suerte, no solo por él, sino por La Abadía, que es una referencia no solo en España, también fuera, y por la gente que ha trabajado y levantado este teatro conmigo".

 
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