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Italia

Un pueblo cobra una tasa a todos los turistas solo por entrar

Civita di Bagnoregio (Italia) lucha contra la despoblación aprovechando su belleza y sus particulares atractivos cobrando una tasa a todos los turistas

Civita di Bagnoregio en una foto publicada en Google. / Google Maps

Madrid

Quizá no es lo más ético para luchar contra la despoblación y el abandono. Pero, ¿qué se puede hacer en un sitio tan puro, tan mágico y tan deshabitado como Civita di Bagnoregio para que siga existiendo? Sus pocos pobladores lo tienen claro: cobrar una tasa a todos los turistas, una carga simbólica y no muy cuantiosa que pueda revitalizar este pequeño pueblo en Italia central

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Según cuenta la CNN, es uno de los pueblos más perfectos de Italia. Sus lugareños tampoco son muy comunes: se trata de una colonia de veinte gatos que supera en número a la de humanos; que son apenas doce. Eso en 2020, porque el año pasado eran diez. El otro gran atractivo de la pequeña ciudadela es su localización. Está separada del pueblo principal, Bagnoregio, por un estrecho cañón y la manera de llegar es a través de un puente peatonal de 366 metros

Civita era conocida con el sobrenombre de "la citta che muore" o "el pueblo moribundo" por lo evidente. La mayor parte de sus habitantes se trasladaron al pueblo de al lado porque allí la vida era más sencilla y el acceso a los servicios simplemente mejor. Según CNN, los dos pueblos fueron separados por un terremoto en el siglo XVIII y desde entonces Civita ha luchado contra la despoblación sistemática. 

En 2013, el alcalde de Bagnoregio tuvo una idea. Después de observar cómo los eventos artísticos y festivales tenían "tirón" entre los turistas decidió cobrar una tasa para acceder a la ciudadela. Según reconoce el alcalde, no debería haber funcionado porque la gente no suele pagar por cosas que desconoce. Pero fue precisamente eso lo que atrajo a la gente a pagar los simbólicos 1.50 euros. 

La tarifa de entrada, que subió a 3 euros en 2015 y ha sido de 5 euros desde 2018, se destina a la infraestructura local, lo que significa que Bagnoregio es el primer ayuntamiento que no aplica impuestos locales a los residentes (ellos aún debe pagar impuestos nacionales). En 2018 a Civita llegaron cerca de un millón de personas, la mitad extranjeros y la otra mitad italianos. 

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