El Real Madrid no dio opción a Unicaja de Málaga (68-95) frustrando todo el sueño de la afición de la Costa del Sol y elevando la racha maldita de los anfitriones a 18 años sin conquistar el título de Copa del Rey. Es el 28º título copero de los madridistas, el sexto bajo la dirección de Pablo Laso. Desde el primer cuarto el equipo madrileño puso el «modo apisonadora» en funcionamiento y salvo un buen tramo en el segundo cuarto en el que los de Luis Casimiro lograron un parcial de 12-0, no hubo final. Campazzo lideró el inicio arrollador del Real Madrid el cual mantuvo por lo alto Carroll y luego también Rudy Fernández. Mientras tanto Unicaja, hasta que no le entró el primer triple, al noveno intento, no logró meterse en el partido. No obstante, aun así se fueron 15 abajo al descanso (28-43). En el segundo acto, el Real Madrid terminó de matar la final con un Eddy Tavares que puso un muro delante del aro madridista para impedir cualquier insurrección de Unicaja. Solo Darío Brizuela estuvo a la altura del rival en una final demasiado desequilibrada. La final estuvo tan decidida que incluso Laso se permitió el lujo de dar descanso a sus principales figuras antes de que el encuentro llegase al final. El Madrid se impuso con claridad y se llevó el 28º título copero de su historia, lo que supone que aventaja en el histórico en tres al Barcelona (25).