Sique Rodríguez: "En el Barça no hay esa pasión y visceralidad que se necesita en la Champions"
El jefe de deportes de Radio Barcelona nos explica las claves de la eliminatoria del equipo de Quique Setién contra el Nápoles en los octavos de final de la Champions League
¿Es más favorito ahora el Barcelona?
Barcelona
Bernardo Silva nos ha dicho que el Barcelona, por tener a Messi, y el PSG, por contar con Neymar y Mbappe, son favoritos para ganar la Champions. Si lo dice él habrá que hacerle caso. Aunque creo que el Barça va justito. Además, lucha contra su propia historia porque tenemos ejemplos de equipos que sin ser los mejores de Europa han ganado la Champions pero no es su caso. En las cinco que ha ganado demostró ser el mejor, ganó la Liga, el triplete... Pero cuando no ha demostrado ser el mejor no la ha ganado. Y este año no lo ha demostrado.
¿Se nota la mano de Setién en el equipo?
El equipo ha mejorado en algunos aspectos con Setién. Lo ha hecho en la salida de balón y en el juego posicional. En el último partido recuperó ese hambre para volver a tener el balón cuando lo pierde. No sé si del todo, pero los jugadores quieren la pelota cuando la pierden. Esa puede ser una clave de toda la temporada.
¿Hay motivos para pensar en Roma y Liverpool?
Claro que tienen motivos para pensar en esos fantasmas. Lo del Liverpool y la Roma está en el ambiente. El hombre es el único que tropieza dos veces en la misma piedra pero una tercera sería para hacerse el harakiri. Aceptando que los fantasmas existen vamos a pensar que no se va a repetir la historia.
¿Cuál será la clave de la eliminatoria?
La clave de la eliminatoria es fácil: Messi y nada más que Messi. Es como Julio César: si levanta el pulgar todo va bien. Si lo baja nos tenemos que preocupar.
¿Estará el equipo en cuartos de final?
El Barcelona se va a clasificar porque es mucho mejor equipo. Después, veremos. La Champions es una competición visceral y pasional y al Barcelona le falta esa sangre caliente que, por ejemplo, sí tiene el Liverpool con Jurgen Klopp. En ningún estamento del club hay esa pasión y visceralidad que se necesita en la Champions. Pero a cuartos sí va a llegar.