Congreso y Senado, contra el acoso y por la igualdad
Un 10% de las trabajadoras de ambas cámaras declaran haber vivido acoso en alguna ocasión
Madrid
La lucha contra el acoso, que un 10% de trabajadoras de ambas cámaras declaran haber vivido en alguna ocasión, impone la confección de protocolos que aún no existen. El primer plan de igualdad de las Cortes Generales busca también la racionalización de los horarios parlamentarios.
Ni el Congreso ni el Senado utilizan un lenguaje inclusivo. Es lo que asegura el estudio que ha servido de base para la negociación del Primer Plan de Igualdad al que este martes dará el visto bueno la mesa de negociación en la que han participado 10 mujeres y 2 hombres. La mitad de quienes han negociado durante semanas son representación del personal de ambas cámaras.
El informe, realizado por la empresa Concilia2, asegura que no existen protocolos para evitar el acoso sexual. Tanto es así que el 70% de la plantilla no sabe a quien dirigirse cuando se producen esos casos. Y más grave aún, ha detectado tras las entrevistas realizadas entre quienes trabajan en las Cortes Generales que 10 de cada 100 mujeres afirman haber vivido situaciones de acoso moral, sexual o por razón de sexo. Por otro lado, 6 de cada 10 mujeres asegura haber presenciado alguna.
El diagnóstico también asegura que las mujeres son inmensa mayoría a la hora de solicitar reducciones de jornada para el cuidado de familiares (un 93%); que el personal funcionario no pueden elegir el horario para esas reducciones; que a ellas no pueden acogerse quienes logran una promoción laboral y que, en todo caso, solo es posible rebajar en un tercio el número de horas trabajadas.
La plantilla considera que los planes de formación que se ofrecen en el Parlamento son de complicado acceso. Y de hecho, un tercio tanto de hombres como de mujeres nunca ha solicitado participar en alguno que haya sido ofrecido.
Tras la negociación, la primera en la historia de ambas cámaras que logra avances significativos respecto a las políticas de igualdad y de conciliación, los órganos de gobierno tanto del Congreso como del Senado deberán trabajar para lograr que los horarios de la actividad parlamentaria sea más racionales, una idea que comparte más de la mitad del personal que trabaja en ambos organismos. Eso si, no se han planteado fechas que concreten la puesta en marcha de medidas para ello.
El acuerdo cuatrienal, que también deja abierta la posibilidad de que las promociones laborales sean compatibles con las reducciones de jornada, consta de 62 medidas de las que se beneficiaran funcionarios, personal laboral y eventual y de las que por razones legales no pueden beneficiarse los trabajadores de las contratas.
El plan no tiene asignación económica aunque habrá disponibilidad presupuestaria, según han señalado representantes de las instituciones.
El plan, que aún debe recibir el visto bueno de la representación de la plantilla y de la dirección política de ambas cámaras, supone la creación de una comisión que velará por el cumplimiento del mismo que tendrá, al menos, una cita anual.
Javier Torres
Redactor de Política, trabaja en el Congreso y hace seguimiento de Vox. Anteriormente formó parte de...