El mayor avance hasta la fecha para personas amputadas: crean una mano biónica que permite "sentir" los dedos
Por primera vez, investigadores de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, han conseguido ampliar las débiles señales de los nervios de los brazos y, con el uso de un sistema de inteligencia artificial, han logrado ya que pacientes reales pueden mover, en tiempo real y desde el primer intento, los dedos de una mano robótica.
Madrid
Este es el mayor avance realizado, hasta ahora, para personas que han sufrido la amputación de su mano, porque ahora pueden “sentir” los dedos de su nueva mano biónica.
Para lograrlo, este equipo de científicos de Estados Unidos ha ideado un nuevo sistema para amplificar las señales de las terminaciones nerviosas del cuerpo humano y han creado un nuevo algoritmo de aprendizaje automático, con el objetivo de mejorar el interfaz entre el cerebro humano y la mano biónica.
"Se puede hacer que una mano protésica haga muchas cosas, pero eso no significa que la persona la esté controlando. La diferencia es cuando funciona en el primer intento con solo pensarlo, y eso es lo que ofrece nuestro enfoque " explica con evidente satisfacción Cindy Chestek, profesora de ingeniería biomédica.
Al primer intento
Además, también como novedad, el paciente no tiene que aprender cómo funciona su mano robótica, porque esta ésta dispone de un sistema de aprendizaje automático basado en la Inteligencia Artificial.
"Funciona ya la primera vez que se prueba”, concluye esta investigadora.
De hecho, un grupo de voluntarios ya han podido levantar bloques con una pinza, mover su pulgar en un movimiento continuo o jugar al famoso juego de “piedra, papel o tijera”.
"Es como si tuvieras una mano otra vez", ha reconocido uno de los participantes en este primer ensayo, Joe Hamilton, que perdió su brazo en un accidente con fuegos artificiales en el 2013.
El secreto
El secreto de esta nueva tecnología que puede revolucionar la relación entre el ser humano y las máquinas está en unos pequeños injertos musculares, que se sitúan alrededor de las terminaciones nerviosas en los brazos de los pacientes.
Estas "interfaces regenerativas del nervio periférico" ofrecen a los nervios cortados un nuevo tejido para engancharse. Esto le da a los nervios una especie de “megáfono” que amplia sus señales nerviosas.
Después, unos electrodos pueden registrar estas señales nerviosas y pasarlas a la mano biónica. Y “esto abre un mundo completamente nuevo para las personas que usan prótesis de extremidades superiores", según explican estos científicos norteamericanos.
Javier Gregori
Periodista especializado en ciencia y medio ambiente. Desde 1989 trabaja en los Servicios Informativos...