Amelia Valcárcel sobre los derechos de las mujeres trans: "Es un tema menor"
La filósofa y catedrática considera que el reto actual del feminismo pasa por la internacionalización de la igualdad y los derechos y en abordar asuntos como la trata de mujeres, "algo realmente grave"
Madrid
"El feminismo, si no es global, no es. Si limitamos la agenda feminista a Occidente, estrictamente, no lograremos nada. Estamos en un momento global y eso pone al feminismo en una línea de fractura cultural fuerte", decía este miércoles en el Instituto Cervantes la filósofa Amelia Valcárcel.
En su opinión, "hay que estar a la altura de los retos, que son que los derechos básicos que en Occidente se han conseguido pasen de la tinta al tiempo que vivimos, y que sean extensibles a la enorme cantidad de planeta, y ese desafío internacionalista es el gran desafío del feminismo". Un reto, añadía, que va ligado a que "la democracia se convierta en una forma política de Estado en todo el planeta" ya que, "allí donde no hay democracia no puede haber feminismo, solo puede haber rebeldía".
Preguntada acerca de si esa "extensión de derechos básicos" debía incluir también a las mujeres trans, Valcárcel contestaba: "Es un tema menor (...) me parece simplemente una especie de precipitado lateral de la consecución de libertades". Lo que sí considera "un problema bastante fuerte", además de "internacionalizado", es la trata: "estamos tolerando que sean captadas mujeres en todo el universo mundo para meterlas en prostíbulos en Occidente y hay que preguntarse muy fondo por qué eso está sucediendo, qué maniobra resistencial masculina está encubierta por ese enorme negocio".
En el mismo acto, Victoria Camps explicaba también que el reto actual del feminismo es "cambiar las mentalidades, es verdad que jurídicamente se ha hecho mucho, pero el momento crucial es pasar de la ley y su aplicación correcta a una realidad que cambie radicalmente".
Amelia Valcárcel y Victoria Camps, ambas catedráticas de Filosofía Moral y Política, hacían estas declaraciones en un acto celebrado en el Instituto Cervantes, donde depositaban un legado en la Caja de las Letras de la institución, cuyo director, Luis García Montero, calificaba a ambas como "referentes en la militancia del feminismo".
Valcárcel depositaba en la caja 1048, que será abierta en 2100, una carta donde hace "un ruego" que no ha querido desvelar, "algo de Hegel", el escritor que más le ha influido, y "un aparatillo para escribir" para hacer un homenaje a su mentor, Carlos Castilla del Pino. La filósofa declinaba dar más detalles acerca de cada uno de estos objetos. Camps depositaba en la caja 1047, que será abierta en 2030, el primer libro que publicó, Los teólogos de la muerte de Dios (publicado en 1968 por la editorial catalana Nova Terra), además de una carta que le escribió el filósofo José Luis Aranguren: "fue mi primera relación con él, fue como si me hubiera escrito Dios".