La Isla de Pascua sopesa restringir el acceso con coches tras el choque de un todoterreno contra un moai
Se cree que el turista chileno que conducía el todoterreno lo hizo"intencionadamente" y ha causado un daño "incalculable" en el yacimiento arqueológico
Madrid
El alcalde de la Isla de Pascua, Pedro Edmunds, ha avanzado este martes que retomará su iniciativa de restringir el acceso con vehículos al yacimiento arqueológico después de que una camioneta se estrellara contra una de las estatuas monolíticas o moais causando un daño "incalculable".
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El accidente se produjo el domingo cuando un turista chileno chocó contra varios moai "al parecer intencionalmente", lo que hizo caer algunas provocando un "daño incalculable", según contó a El Mercurio Camilo Rapu, presidente de la comunidad Mau Henua, organismo responsable del cuidado y la conservación de los moai. El hombre fue detenido en el momento y se le acusa de un delito de daño a monumento nacional. La Fiscalía le ha ordenado permanecer en Rapa Nui -nombre oficial de la Isla de Pascua- y comparecer mensualmente en una comisaría.
La secretaria regional del Ministerio de Bienes Nacionales, Rosario Pérez, ha explicado que "el infractor se enfrenta a una multa (...), además de otras consecuencias penales, las cuales se resolverán a partir de la investigación que realice la Fiscalía", que concluirá en 90 días.
Para Rapu, se trata de medidas insuficientes, de modo que ha reclamado "revisar el marco legal que protege el patrimonio histórico y cultural de los pueblos originarios" para "dar una señal categórica de defensa y cuidado".
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"Como se sabe, los moai son estructuras sagradas de valor religioso para el pueblo Rapa Nui y un acto de esta naturaleza, no solo es un acto repudiable, es además una ofensa a una cultura viva que en los últimos años lucha por recuperar todo su patrimonio histórico y arqueológico", ha enfatizado.
El edil de Rapa Nui ha contado a El Mercurio que, en línea con lo planteado por Rapu, retomará la propuesta de restringir el acceso de vehículos al yacimiento arqueológico, algo que ya intentó hace ocho años pero que entonces fue rechazado por las autoridades municipales. "Hace ocho años éramos 8.000 personas, hoy estamos sobre las 12.000, más otros 12.000 turistas que llegan cada mes. No se nos escuchó y ahí está el resultado", ha lamentado Edmunds.