Isabel II se dirige a los británicos en tiempo de "dolor y enormes cambios"
El inusual discurso, que la monarca no ofrece desde 2002, se emitirá en televisión este domingo
La reina Isabel II durante una visita oficial en Londres el pasado mes de febrero. / Victoria Jones - WPA Pool/Getty Images
Londres
La reina Isabel II ha grabado un mensaje dirigido a la nación que se emitirá esta noche en el que insta a los británicos a sobreponerse al tiempo de "dolor" y "enormes cambios" que ha traído la pandemia del nuevo coronavirus.
En un fragmento de su discurso adelantado por el palacio de Buckingham, la soberana británica, de 93 años, admite que la enfermedad está provocando aflicción entre los ciudadanos por la pérdida de vidas, así como "dificultades financieras para muchos y enormes cambios en las vidas diarias de todos".
<p>La corresponsal de la SER en Londres, Begoña Arce, informa de la situación en el país tras el avance del coronavirus</p>
"Dirán que los británicos eran fuertes"
"Espero que en los años venideros todos puedan sentirse orgullosos de cómo respondieron a este reto", afirma la jefa de Estado en un discurso que ha grabado en el castillo de Windsor, al este de la capital británica.
"Aquellos que vengan después de nosotros dirán que los británicos de esta generación eran tan fuertes como todos los demás. Los atributos de la autodisciplina, la determinación tranquila y bienhumorada, así como el compañerismo, todavía caracterizan a este país", agrega la monarca.
A las 19:00 GMT se emitirá el inusual discurso televisado de Isabel II, que se produce en un momento en el que el Reino Unido suma ya 4.313 muertos por COVID-19 y 41.903 infectados. La soberana ha reservado en las últimas décadas este tipo de intervenciones para momentos de especial gravedad.
Último discurso en 2002
La última vez fue en 2002, tras la muerte de la Reina Madre, cuando ataviada de negro agradeció al país el "amor y el honor" mostrado.
En 1997, antes del funeral de la princesa Diana de Gales, la monarca recordó a la que fuera esposa de su hijo Carlos como "un ser humano excepcional y maravilloso" que "tanto en los buenos como en los malos tiempos nunca perdió la capacidad de sonreír".
La primera vez que la reina se dirigió a la nación en este formato fue en 1991, durante la Guerra del Golfo, cuando pidió a los británicos que rezaran por el éxito de las Fuerzas Armadas "con el menor coste en vidas humanas y sufrimiento posible".
