Volvió a casa como campeón del mundo e incubando el coronavirus: "Resultó ser una competición más potente"
Aitor Francesena, deportista paralímpico campeón del mundo de surf, volvía de Estados Unidos cuando comenzó a sentir en el avión unos "escalofríos muy altos": "Me decían que esto iba a pasar en tres semanas, pero cada día era peor"
Aitor Francesena: "Tenía unos dolores que no me podía ni mantener de pie"
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Aitor Francesena, surfista paralímpico, volvió a su casa el 15 de marzo cuando en España ya se había decretado el Estado de Alarma por la crisis del coronavirus. Lo hizo como campeón. Con el título de campeón del mundo de surf bajo el brazo. Pero también regresó de Estados Unidos con la enfermedad COVID-19 después de sentir unos "escalofríos muy altos" en el avión. Así lo ha contado en Ser Deportivos de la Cadena SER.
"Teníamos que volver unos días más tardes, pero ante la emergencia se adelantó todo y el domingo yendo para casa sentí un escalofrío brutal. No me había dado tiempo ni de disfrutar del título. En el momento está claro que te das cuenta y ves la final y lo que ha merecido la pena trabajar para ser campeón del mundo. Pero no sabía yo que me venía otra competición bastante más potente", señaló Francesena.
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El surfista ha confesado que lo más duro ha sido "estar en casa solo" y que "no sabía nada". Ha comentado que estuvo 7 días sin ningún tipo de ayuda porque los médicos más cercanos no contaban con los equipos de protección para atenderle. Hasta que una médica pudo monitorizar su situación vía móvil y le dijo que tenía que ingresar en un hospital si no mejoraba su estado. "Fui a urgencias y me hicieron de todo. En una par de días le di la vuelta y ya podía comer. Antes no podía ni estar de pie. Unos dolores que parecía que me habían metido una paliza. Hoy ya estoy de maravilla", agregó Francesena.
"Había mucha intriga. Te preguntas ¿saldré de esta? No sabía hasta dónde podía llegar. Me decían que esto iba a pasar en tres semanas, pero cada día era peor. En ese tiempo desde el momento en el que te levantas hasta que te vas a la cama me pasaba todo el día pensando en ello".
El campeón del mundo ha contado una anécdota que maquilla su experiencia. Cuando entró en el hospital, le preguntó a una enferma si creía que se iba a recuperar. A lo que la sanitaria respondió (con tres golpes en el pecho): "Por supuesto".