El barril de petróleo en EEUU cotiza en negativo por primera vez en la historia
Quien hoy compra un barril del petróleo de referencia en Estados Unidos, WTI Texas, para entrega en mayo, cobra, además, 40 dólares, porque no hay demanda suficiente para el petróleo que se está produciendo y almacenarlo cuesta dinero.
Madrid
El barril de WTI Texas de entrega en mayo cotiza en negativo por primera vez en su historia -se paga al comprador hasta 40 dólares por barril- por dos motivos: el mercado de crudo anticipa que la economía seguirá parada, y la capacidad de almacenamiento está tocando techo. Sin embargo, frente a esta caída histórica, el barril de Brent continúa cotizando en positivo -pese a que haya perdido más de la mitad de su valor en los últimos dos meses- y el WTI Texas de entrega en junio también está en positivo: cuesta ahora 22 dólares; el de entrega en noviembre, 32 dólares. Es decir: el mercado del petróleo prevé que la economía se frene totalmente en mayo, pero que acelere el paso con el transcurso del año.
¿Qué ha ocurrido?
Que el petróleo pierda valor es tan solo un indicador más de que la economía mundial se ha frenado en seco, y esto es algo que se ha dejado notar, cada vez a mayor velocidad, en el precio del crudo de referencia en Europa -el Brent- y también en el de referencia en Estados Unidos -el Texas-: el barril del primero se vendía en febrero con precios superiores a los 57 dólares, el segundo, superaba los 52 dólares el barril.
El pasado 9 de marzo, el Brent se desplomaba en una sola jornada más de un tercio de su valor -un 33,9%- y registraba la mayor caída en un solo día desde la primera guerra del Golfo (1992). Una tendencia bajista que hoy ha alcanzado su culmen y que no ha conseguido frenar el recorte histórico que hace tan solo unos días pactaron los países productores de petróleo - no sin largos enfrentamientos entre Rusia y Arabia Saudí -, que se cifraba en casi 10 millones de barriles diarios. Es decir, aproximadamente un 10% de la producción diaria según datos de la Agencia Internacional de la Energía. Un recorte que, anticipaba el Secretario General de la OPEP, no sería suficiente para impulsar nuevamente los precios al alza y que, de mantenerse la producción en los niveles acordados, la capacidad de almacenamiento alcanzaría sus límites máximos en mayo.
Ese problema ha llegado antes de lo previsto a Estados Unidos porque el Texas -a diferencia de lo que ocurre con el Brent- es de entrega física: es decir, quien lo compra tiene que guardarlo, y la oferta excede tanto la demanda -ha caído tanto el consumo de petróleo- que ahora los poseedores de petróleo pagan por venderlo a quien lo pueda almacenar. La diferencia de precios entre ambos petróleos de referencia, en Estados Unidos y Europea respectivamente, según apuntan los analistas, es porque el primero, a fecha de entrega, ha de tener un lugar en el que almacenarse, algo que no requiere el segundo, que se sitúa en estos momentos en los casi 26 dólares el barril, pese a que también hoy haya perdido un 8% de su valor.
"Esto es una distorsión del mercado: es decir, este contrato vence hoy, el crudo West Texas, por la característica del contrato es de entrega física, con lo cual el que a final de esta sesión tenga contratos en positivo va a tener que recibir barriles. Y el problema es, ¿dónde los almacena? Los almacenes americanos, por esa caída de la demanda están a tope de su capacidad, y no hay sitio para almacenarlos, entonces la gente se deshace de esos contratos porque no puede cubrir ese almacenamiento" explica Ignacio Cantos, director de ATL Capital a Cadena Ser. Es decir, los inversores que habían comprado el crudo para entrega en mayo ahora quieren volver a venderlo para no tener que enfrentar ahora los problemas de almacenamiento y, en su afán por desprenderse de él, llegan a pagar ahora mismo hasta 40 dólares el barril.