Presos "en nuestra piel": internos escriben cartas a ancianos y enfermos empatizando con el confinamiento

Madrid

Son presos de la cárcel de Valdemoro y llevan muchos años en la cárcel. Para preservar su identidad les vamos a llamar Manuel, Juan y Pepe. Ellos han escrito varias cartas y de hecho la iniciativa surge en su prisión, en Madrid III (Valdemoro) Después la idea se ha extendido a Madrid II (Meco), Madrid VI (Aranjuez), Madrid VII (Estremera), Zaragoza y Castellón II , En total se han escrito más de un centenar de cartas de ánimo dirigidas a hospitales y residencias de ancianos con un mismo título “Cartas desde la Cuarentena”. “Todos sois importantes pero ellos son los más vulnerables y por eso les animamos a ellos”, aseguran los internos en sus misivas.

Se autocalifican como expertos en confinamiento y se ponen en nuestra piel. La Cadena SER ha accedido en exclusiva a audios de estos presos en los que confiesan lo que quieren reflejar en sus cartas: cómo se sienten doblemente confinados y cómo perciben desde los muros de prisión cómo reaccionamos los de fuera, los que nunca hemos estado encerrados. “Queremos poner nuestro granito de arena porque nos asusta como una cosa tan insignificante como quedarte en tu casa unos días puede retraer y asustar tanto a la gente. Es una reflexión importante.” Aseguran.

El confinamiento obligado que ha macado la COVID-19 ha hecho sentir a los presos que pueden con esta iniciativa contribuir a un “objetivo común”. Por primera entienden que forman parte de la sociedad y que pueden hacer algo importante. Y así lo recogen en sus escritos: “Sólo nos queda, desde la impotencia de sentirnos poco útiles, alentaros en la lucha para que continuéis así, resistiendo el ataque como hasta ahora, porque lo estáis haciendo muy bien y desde aquí os aplaudimos” recoge una de estas cien cartas. Alguno de ellos incluso se queja de que el Gobierno no ha contado con ellos como asesores para llevar un buen encierro. “No han sabido sacar provecho de nosotros porque nosotros podríamos haber servido para muchas cosas en esta crisis, no nos han tomado en cuenta para nada”. “No pasa nada, el hombre tiene mucha fuerza y se habitúa a todo”.

Desde los diferentes centros penitenciarios, las cartas han llegado a hospitales como La Princesa, Severo Ochoa, 12 de Octubre, Cruz Roja, Clínica Universidad de Navarra, La Paz o el Infanta Leonor; y a residencias de ancianos como Amavir, Residencia Henares (en Alcalá de Henares), San Marcos, Real de Seseña (en Toledo) o Santa Elena (en Torrent). En todas los textos se respira agradecimiento: “Me dirijo a toda esta gente que por esta situación haya perdido a sus seres más queridos y también a toda esta gente que está ayudando a que este virus no nos quite tantas vidas”. “También agradecer a los funcionarios por la paciencia que están teniendo con nosotros, que ellos están mucho peor que nosotros. Gracias y mil gracias”, escribe un interno de Zaragoza.

Son cartas de ida y vuelta. No solo escriben cartas, también las han recibido. A lo largo de estas seis semanas han recibido 140 misivas y dibujos de gente de fuera que a su vez intentar dar fuerza a los reos en su doble confinamiento. “He sentido que por fin se han puesto más o menos en nuestro lugar, el sentirse confinados como ellos le llaman. Ha tenido que pasar esto para que sepan como nos sentimos nosotros después de tantos años en la cárcel”, resaltan los internos.

“A mi me han ayudado mucho las cartas que he recibido de fuera: me emocionan, la verdad”, dice uno de los presos. “Por fin estamos en conexión con la sociedad, una sociedad vulnerable y asustada por un encierro obligado”, dice otro de los reos. “Lucha primero por ti, porque tú eres la persona más importante en tu vida pero también por los que te aman y a los que tú también amas”, un consejo de supervivencia que nos dan desde “dentro”.