Antonio Onetti, nuevo presidente de SGAE: "Es entendible que la gente se fuera ante la situación de hartazgo"
El nuevo presidente de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) ha asegurado que uno de sus principales retos al frente de la entidad de gestión será el de "recuperar la normalidad" de la entidad y poder renegociar mejores beneficios para los autores
Madrid
¿Qué va a pasar con las decisiones que provocaron la moción de censura contra Pilar Jurado?
Lo primero es que no quiero hablar mal de ningún presidente, ni de ninguna gestión anterior. Creo que lo que ha pasado es que se ha gestado una mayoría diferente de la que había, que ha entendido que no íbamos por el camino adecuado para enfrentar las cuestiones que nos planteaba el Ministerio de Cultura, por una parte, y la CISAC, -la entidad de derechos de autor internacional- por otra para recuperar la confianza de nuestros socios y del resto del mundo, y que hacía falta un golpe de timón de 180 grados. Entiendo que la gente ya está harta de oro eso de “ahora ya se va a solucionar todo”. Yo no tengo una varita mágica, pero sí sé que hay mucha gente en el staff directivo con un objetivo claro que es arreglar esa situación.
¿Va a ser una presidencia más técnica que las últimas?
Los nuevos estatutos marcan una diferencia muy importante en lo que ha sido la presidencia de SGAE y el equilibrio de fuerzas en la representación política de los socios y la representación funcional. La principal diferencia es que la presidencia va a limitarse a la representación y toda la actividad ejecutiva de la casa queda profesionalizada en manos de los técnicos de la casa y de la dirección general. Esto es lo normal en la mayoría de entidades de gestión. Aquí hubo una serie de cambios estatutarios hace años y nos habíamos convertido en una anomalía. Lo que pide la normativa europea, y de ahí el cambio de estatutos, es que normalicemos nuestra entidad y la homologuemos a lo que pasa en el resto de entidades del mundo. Nosotros éramos la excepción, donde un creador tenía el poder ejecutivo, y eso es un poco absurdo.
¿Ha hablado ya con el ministro de Cultura? ¿Y con la CISAC?
El mismo día en que fui nombrado dirigí sendas cartas alas dos entidades para retomar las relaciones y empezar a trabajar en solucionar todos los problemas que tenemos con ellos y presentarles nuestra más absoluta disponibilidad a arreglar todo. Con la CISAC ya hemos mantenido una reunión positiva y vamos a seguir retomando relación. El ministerio todavía no ha respondido. Es lo normal, ya responderá a lo largo de la semana. Es la CISAC la que se adelantó y contestó a los veinte minutos.
Ahora en mayo se cumple un año de la expulsión de la CISAC, ¿podrá volver pronto a estar dentro? ¿Se cumplirán los requisitos?
Yo espero y confío en que sí. SI conseguimos llevar a cabo la hoja de ruta que nos hemos marcado. Entre otras cosas trataremos de celebrar las elecciones en octubre, más el resto de cosas técnicas que hay pendiente, yo creo que conseguiremos solucionarlo. Si no se nos readmite de pleno derecho, pues al menos seguiríamos con esta prologa. En todo caso, no estaríamos expulsados que sería lo realmente dramático, y que es lo que nos temíamos que pudiera suceder si seguíamos por el camino que íbamos.
¿Se va a presentar en las próximas elecciones?
A ver qué pasa en estos cinco meses. Si todo va bien y conseguimos superar esas cosas, pues sí, supongo que sí me presentaría. En SGAE no ha un sistema presidencialista, es la junta la que te elige. Podría presentarme a ser miembro de la junta, luego ya veríamos; todavía me parece un poco prematuro hablar de esto. Lo que sí es importante es que después de estas elecciones de octubre estarían de nuevo, espero y estoy convencido, muchas fuerzas que no se presentaron en las pasadas elecciones: los editores, muchos músicos, que se quedaron fuera… Todo esto se está arreglando, hemos retomado la relación con los editores y cuando lleguen esas elecciones vamos a tener a todos los sectores de la SGAE representados.
Uno de los dramas de la anterior junta directiva fue la fuga de grandes nombres, de músicos como José Luis Perales, pero también de cineastas, que comparten colegio con usted, como Almodóvar o Bayona, ¿Se va a trabajar para que vuelvan o al menos para evitar esas fugas?
Lo primero es que no puedo reprocharle nada a compañeros. Es entendible que la gente se haya ido ante la situación de hartazgo, unos nos hemos quedado y otros han decidido irse. Entiendo también que para gente que lleva décadas siendo socio de la casa, ha sido doloroso también la marcha. Lo entiendo. Lo que no voy a hacer es coger el teléfono e intentar convencer a la gente de que lo vamos a hacer todo bien. Cada uno elige su camino. Yo lo que voy a hacer es intentar solucionar las cosas en esta entidad, en la medida de lo posible, y ojalá autores que se han ido decidan volver. Y si no es así, les deseo toda la suerte del mundo. Tenemos que tener muy claro que somos todos compañeros. Tenemos que demostrar los cambios con los hechos, no con palabras.
Una de las cosas que más ha dañado a la SGAE en los últimos años es la rueda, con la que usted ha sido muy crítico, ¿ha llegado a desaparecer del todo de la SGAE?
Es un proceso que está en la Audiencia Nacional, con una serie de entidades y gente de la casa que están acusados de una serie de delitos. Cuando llegue la sentencia, si en algo compete a la SGAE tomar alguna medida, pues la tomará. En cuando a los autores que han formado parte del negocio de la música nocturna en las televisiones esto es verdad que ha provocado una distorsión del reparto. La situación llegó a ser tan grave que por eso la ley estableció un tope para esa fase nocturna. Ahora ya estamos en la legalidad. Eso significa que ese negocio ya ha dejado de ser tan atractivo para quien lo explotaba y, en términos generales, ha dejado de ser un problema. Es cierto que hay muchas derivadas, muchas sentencias, y ahí tendremos que ir viendo que nos dicen las sentencias y cómo regularizar cada situación.
¿Se va a trabajar en un incremento de tarifas para las plataformas?
Es un poco prematuro decir lo que vamos a hacer y lo que no. Lo que es evidente es que las tarifas de las entidades en España de todo lo que es el comercio y entretenimiento online es mucho más bajo que en otros países. No solo en plataformas, también a otras empresas que se dedican de lleno al tema de la música. Lo que tenemos que conseguir es homologar nuestras tarifas al entorno europeo y estamos muy por detrás de eso. Una entidad fuerte de derechos tiene más posibilidades de negociar, que una entidad debilitada como es la SGAE. Entiendo que todo lo que sea normalizar y apaciguar la casa y dejar atrás los escándalos, será bueno, no solo para la marcha normal de la entidad; sino también para tener buena posición para negociar. Los derechos de autor digitales son el futuro. Se está viendo en la pandemia, con todos los teatros, conciertos cerrados. Mientras todos los demás derechos van a caer, los derechos online ahí están, se sostienen y tienen un crecimiento exponencial.
Hablando de la pandemia, ¿Cómo la SGAE va a asumir la pandemia? ¿Se pondrá en marcha ese fondo de ayuda que anunció su antecesora?
Voy a ser muy sincero, estoy obligado a pedir disculpas a los autores y socios de SGAE, que van a ver frustradas sus expectativas sobre estos anuncios de ayudas. La realidad no es la que se anunció, es menor. En estos 15 días hemos hecho una valoración real del dinero que podría haber y el resultado es que a partir de esta semana se van a distribuir esas ayudas directas, esos fondos especiales, los préstamos específicos, pero en total estamos hablando de dos millones de euros, que son los que realmente en este momento se han podido encontrar para la situación de emergencia. A partir de ahí, vamos a seguir buscando. Hemos puesto en marcha un plan de ahorro, porque la pandemia también perjudica a la SGAE en la recaudación. No solo repercute en que los socios van a recibir menos dinero.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...