Ayuda que no entiende de fronteras

En el tropel de voluntarios y personas dispuestas a ayudar a otros estos días hay algunas historias muy excepcionales. Una de esas historias es la de Félix, un inmigrante de Sierra Leona de 23 años de edad que llegó a España a bordo del Acuarius. Han pasado ya casi dos años desde que el 17 de junio de 2018 630 inmigrantes rescatados en el Mediterráneo desembarcaron en el puerto de Valencia. La flotilla del Acuarios llegó a Valencia entre celebraciones y aplausos. Félix iba entre ellos. Su viaje, antes de subir a bordo del barco, había sido muy arriesgado: 28 horas en el agua en una lancha automática con cerca de un centenar de personas. Félix se quedó en Valencia y ahora, cuando la pandemia azota a su país de acogida, no ha dudado en convertirse en voluntario de Cruz Roja. Félix reparte puerta a puerta, en Torren, una ciudad de la provincia de Valencia, comida, consejos y cuidados. Isabel Villar ha hablado con él en Hora 25. Félix supo que sería enfermero desde muy pequeño por influencia de su tío, que era médico y que decía que el mejor trabajo del mundo era cuidar de los demás. Tanto en Libia, como en Sierra Leona Félix había trabajado como sanitario. De hecho, en el año 2014, Félix ayudó a la Cruz Roja con la crisis del Ébola. Ahora sigue ayudando a otros en Torren.