El frío provoca menos muertes por enfermedades respiratorias en España

Madrid

La mejora en los sistemas de calefacción es la causa principal que explica el descenso del 16% por década en España de las muertes por enfermedades de tipo respiratorio.

En cambio, en verano los datos de mortalidad se han mantenido estables, según la revisión de los últimos 37 años que ha realizado el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), un centro respaldado por la Fundación "la Caixa".

En la actualidad, las muertes en nuestro país atribuibles a la temperatura por enfermedades respiratorias han pasado de ser más frecuentes en enero y diciembre a alcanzar su pico máximo en los meses de julio y agosto.

No por cambio climático

Por lo tanto, este nuevo estudio, que ha analizado casi un millón y medio de muertes, ha detectado que "la estacionalidad de la mortalidad atribuible a la temperatura por enfermedades respiratorias ha cambiado de los meses más fríos a los más calurosos del año".

Además, los autores concluyeron que la disminución de la mortalidad atribuible a la temperatura durante los meses de invierno no se debe al aumento de las temperaturas asociadas con el cambio climático, sino a la adaptación de la población a temperaturas más bajas.

Diferencias por edad

El estudio, publicado en" Nature Communications", analizó los datos diarios de temperatura y recuentos de mortalidad por enfermedades respiratorias, desglosados por sexo, grupo de edad y lugar de residencia, de 48 provincias españolas.

"Gracias a las medidas de adaptación, como el uso más generalizado de calefacción y el tratamiento mejorado de estas afecciones, la mortalidad por enfermedades respiratorias ya no se debe a las bajas temperaturas y estamos viendo un inversión completa en el ciclo estacional ", ha explicado el autor principal Hicham Achebak, investigador de ISGlobal y del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Pero aunque la tendencia al descenso de muertes por enfermedades respiratorias en invierno se ha observado en todos los grupos de sexo y edad, hay algunas diferencias.

La vulnerabilidad al calor aumentó con la edad y fue mayor en mujeres que en hombres. Por el contrario, los efectos del frío disminuyeron con la edad y fueron menos pronunciados en las mujeres que en los hombres, aunque las diferencias entre los grupos fueron mucho menos notables en este caso.