Así se desinfecta el patrimonio histórico después del coronavirus
La UME y los restauradores del Ministerio de Cultura han realizado una demostración de cómo proceder para desinfectar el patrimonio después del COVID-19 sin dañarlo
Los desinfectantes que matan al coronavirus también pueden dañar el patrimonio cultural. Es algo que detectaron los restauradores y arquitectos del Ministerio de Cultura al inicio de la pandemia. Por eso, decidieron sacar una guía de recomendaciones y un protocolo de actuación para proceder en los distintos edificios históricos. Este lunes, esos restauradores y efectivos de la UME, la Unidad Militar de Emergencias, han realizado una demostración práctica sobre cómo se limpian el patrimonio cultural ante la epidemia.
"Esto viene de esa nota de alerta que difundió la Dirección General de Bellas Artes, para evitar determinadas prácticas de desinfección que veíamos en redes sociales y en la que usaban productos nocivos en el patrimonio cultural", explica a la SER Ángel Luis de Sousa, coordinador del Plan Nacional de Gestión de Riesgos y Arquitecto del Ministerio de Cultura.
"No se trata de una acción única y definitiva, lo que pretendemos es mostrar una metodología y unos criterios. Luego serán los expertos los que digan si hay que repetir estas acciones y cuál será la cadencia durante lo que dude la pandemia", añadía antes de empezar este simulacro. "Los productos derivados de la química como el cloro o las lejías son muy corrosivas para la mayor parte de los materiales, como la piedra o el metal y no se deben usar", ha explicado.
En esta práctiva había un equipo compuesto de 12 restauradores y 36 efectivos de la UME han hecho una demostración práctica sobre cómo limpiar los accesos de un edificio calificado como patrimonio cultural: el Palacio de Bibliotecas y Museos, que comparten el Museo Arqueológico Nacional y la Biblioteca Nacional en Madrid. La UME es un socio activo, decía de Sousa, con el que ya han colaborado en otros simulacros en los que interviene el Patrmionio Cultural. Otro de los objetivos es poner a prueba la coordinación entre los militares y los conservadores.
Los equipos mixtos -varios efectivos de la UME son capitaneados por un técnico de conservación- han limpiado el perímetro exterior del edificio, vallas, escaleras, barandillas y superficies de acceso y lo han dejado limpio de cara a su apertura, que podría ser dentro de poco.
Primero, se limpiarán todas las superficies con agua para extraer una primera capa de suciedad -polvo, excrementos de paloma y otras impurezas- y luego se rociará la superficie con un desinfectante, etanol 70 por ciento, el mismo principio que incluye el gel hidroalcohólico. Esta último se realiza con un equipo especial, mono de protección y mascarilla.
"Intentamos mostrar la metodología que hay que seguir, esta no es una actuación única y definitiva", explica De Sousa. Con qué frecuencia hay que hacer este tipo de desinfecciones es algo que se decidirá de acuerdo a la evolución de la epidemia, explica. "Es la primera vez que hacemos algo así, no existe precedente ni emergencia de este tipo", señala el responsable en referencia a otras alertas sanitarias como la Gripe A.
Entre las recomendaciones se desaconseja fumigar museos, iglesias o salas de exposiciones, y el uso de líquidos corrosivos como la lejía, ya que pueden causar daños irreversibles
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...