Coronavirus: el riesgo de contagio en el trabajo
La Inspección de Trabajo ha realizado 7.400 actuaciones en empresas por este motivo
Madrid
La fase más aguda de la epidemia en España ha quedado atrás. Pero persiste el riesgo de un rebrote. Especialmente donde compartimos espacios, como tiendas, oficinas de la administración, medios de transporte y lugares de trabajo. En Lleida la desescalada se ha visto frenada por un foco de contagio en un matadero industrial.
¿Están velando las empresas por la seguridad de sus trabajadores? La Inspección de Trabajo ha iniciado hasta el pasado viernes un total de 7.405 actuaciones en empresas para comprobarlo, según datos del Ministerio de Trabajo
Condiciones de trabajo
Las empresas han de velar para se cumplan en cada puesto las medidas de prevención establecidas por la autoridad sanitaria. En esencia: no compartir herramientas u otros útiles de trabajo. Si hay que hacerlo, desinfectarlos antes.
Mantener la distancia de seguridad de 2 metros. Y si no es posible, recurrir a la instalación de pantallas y/o el uso de mascarillas. Debería ser suficiente con las higiénicas o quirúrgicas -apuntan los propios sindicatos- siempre que todo el mundo las use en el recinto, incluidos los clientes de la empresa y las posibles visitas.
Hay un consenso muy generalizado de que las mascarillas más sofisticadas deberían reservarse para los trabajadores de sectores directamente expuestos a personas con riesgo evidente de contagiar el virus.
Es importante también diseñar mecanismos de respuesta rápida si se detecta un contagio, para cortar lo antes posible su propagación en la empresa y hacia el exterior.
Incumplimientos
Las empresas no siempre cumplen todos los requisitos de prevención, dicen los sindicatos: en la elaboración del mapa de riesgos, en la adopción de medidas generales -teletrabajo, turnos- y en la dotación de equipos, como hidrogeles, guantes o mascarillas.
Ana García de la Torre, secretaria de salud laboral de UGT, apunta que "hay sectores en los que se está cumpliendo más, y otros en los que está habiendo un número de denuncias más elevado, como el sector Servicios".
Las empresas grandes suelen cumplir mejor que las pequeñas, dice. Y lo peor, también en esto, según Pedro Linares, secretario de salud laboral de CC.OO, se da en las empresas más precarizadas. "En los centros de trabajo con una población excesivamente precarizada -dice- tiende a ejercerse una forma de violencia estructural que impide a los trabajadores ejercer sus propios derechos".
Denuncias
El derecho de los trabajadores es que sus puestos de trabajo cumplan las condiciones de seguridad establecidas legalmente frente a la epidemia. Si se percibe que no es así, que existe un riesgo, lo primero que deben hacer, apuntan los sindicatos, es notificarlo a la empresa de forma fehaciente, para que quede constancia. A partir de ahí, negociar. Y si no es posible, o no hay acuerdo, denunciar a la inspección de Trabajo. Directamente, o a través de los sindicatos.
La Inspección de Trabajo acumula ya 7.405 actuaciones en empresas por supuestos incumplimientos de la prevención de riesgos en relación con el COVID-19, según datos aportados por el Ministerio de Trabajo. Pero no aporta detalles sobre el tipo de deficiencias detectadas.
El presidente de la patronal CEPYME, Gerardo Cuerva, recuerda que "hay casi tres millones y medio de empresas en España", lo que situaría las actuaciones de la Inspección de Trabajo e un 0,2% respecto al tejido empresarial del país. Insiste Cuerva en que "con carácter general la pequeña y mediana empresa están cumpliendo a rajatabla con las condiciones que pone el gobierno".
Autoridad
Las Inspección de Trabajo no siempre termina sus actuaciones con decisiones propias respecto a la empresa investigada. A menudo la deja en manos de las autoridades sanitarias.
"La Inspección de Trabajo lo que hace es notificar a la autoridad sanitaria que puede adoptar las medidas, que pueden llegar a sanciones, o incluso a la paralización de la actividad (de la empresa)", explica Pedro Linares. Pero los sindicatos reclaman que Trabajo tenga siempre capacidad de decisión y de sanción. Insisten en que las autoridades sanitarias tienen menos personal de inspección, se han visto desbordadas en lo peor de la epidemia, y eso -dice- ha retrasado la adopción de medidas.
Conflictos
Las medidas para velar por la salud de los trabajadores están obligando en muchos casos a una reorganización del trabajo en las empresas, como cambios de horarios o en la configuración del espacio físico. Y esto a veces también provoca conflictos.
Esa reorganización puede ser más costosa para las empresas que la compra de equipos de protección, sostiene el presidente de CEPYME. "Esos cambios de turno o esa adecuación de los espacios a veces lleva a pequeñas inversiones que para muchas empresas pequeñitas y microempresas son cantidades muy importantes. Pero yo creo que estamos concienciados y aún siendo un gran esfuerzo se están buscando soluciones para poder arrancar cuanto antes desde esta situación".
En ese equilibrio entre costes, seguridad y sobreesfuerzo laboral a veces hay desacuerdos y salta el conflicto. Para el próximo 4 de junio está convocada una huelga en una importante cadena de supermercados, porque los sindicatos entienden que la empresa no está compensando de forma adecuada ni homogénea el sobreesfuerzo que se está pidiendo a los trabajadores.