Un estadounidense recibe una factura de 1,1 millones de dólares tras pasar dos meses ingresado por COVID-19
El hombre asegura que se siente "culpable por sobrevivir"
Madrid
Hace ya varios meses, concretamente el pasado 4 de marzo, el estadounidense Michael Flor era ingresado en el centro médico Swedish Issaquah (Seattle) como consecuencia de la COVID-19. Después de registrar una serie de síntomas similares a los que alertaban las autoridades sanitarias, Flor acudió al centro médico en el que le confirmarían que tenía el nuevo brote de coronavirus, tal y como recoge el diario local Seattle Times.
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A partir de entonces, el hombre de 70 años pasaría un total de 62 días en el hospital. Más de dos meses en el que se llegó a temer por su vida. De hecho, tal y como apunta el medio local, Flor estuvo tan cerca de la muerte que incluso se puso en contacto con su pareja y sus hijos para despedirse de los mismos. Sin embargo, las autoridades sanitarias pudieron salvarle y darle de alta para que siga recuperándose en su hogar.
El hombre recibió una factura de 1,1 millones de dólares
Sin embargo, el protagonista de esta historia reconoce que casi muere una segunda vez tras ver la factura que le llegó a su casa días más tarde: "La abrí y dije, joder". Flor se encontró con una factura de 181 páginas con un importe total de 1.122.501,04 dólares. Según recoge dicha factura, el centro médico le reclama 9,736 dólares por día por la sala de cuidados intensivos en la que pasó ingresado más de dos meses.
Dado que la habitación tuvo que estar completamente sellada, y que los trabajadores tan solo podían acceder a la misma con trajes especiales, los responsables del centro médico le pasaron una factura de 408.912 dólares por ocupar una sala de estas características durante 42 días. También reclaman 82.000 dólares por el uso de un respirador artificial durante 29 días y otros 100.000 por las atenciones recibidas durante los días en los que su vida corría peligro.
"Me siento culpable por sobrevivir"
No obstante, el estadounidense no tendrá que pagar nada. Hace ya varias semanas, el Congreso destinaba más de 100.000 millones de dólares para ayudar a los hospitales y a las compañías de seguros a sufragar los costes de la pandemia. Gracias a ello, Flor no tendrá que pagar ni un solo centavo. Ni tan siquiera los gastos de su póliza Medicare Advantage, que podrían haber ascendido hasta los 6.000 dólares en caso de que no se hubiera aprobado la ayuda del Gobierno.
A pesar de ello, el estadounidense reconoce que se siente hasta culpable por sobrevivir debido al alto coste que ha supuesto mantenerle dos meses ingresado. Y es que, a pesar de que tanto él como el resto de pacientes que han tenido que hacer frente al coronavirus no tendrán que pagar nada, los pacientes aquejados de otro tipo de enfermedades sí que tendrán que hacerlo: "Sufrir el coronavirus en lugar del cáncer no debería suponer una diferencia en términos de su carga financiera".
David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología y buscador de historias virales e inverosímiles...