Primer caso de contagio del coronavirus entre madre y feto
El virus se encontró en el tejido placentario, así como en la sangre materna y neonatal, lo que sugiere que la transmisión probablemente ocurrió a través de la placenta
Madrid
El coronavirus Sars Cov-2 ha traspasado una de sus últimas fronteras, que hasta ahora los científicos creían que era infranqueable: la placenta, porque un equipo de médicos del hospital Antoine Béclère, de París, han detectado el primer caso de transmisión de COVID-19 de la madre al bebé durante el embarazo.
En este caso, lo difícil ha sido conseguir todas las pruebas, pero éstas son concluyentes: el coronavirus logró atravesar la placenta de la madre y causó una infección al feto, que desarrolló a los pocos días de nacer una inflamación en el cerebro.
Los detalles de este primer caso confirmado de contagio entre madre y feto se publican en la revista Nature Communications.
La madre es una joven de 23 años que ingresó en el hospital el pasado mes de marzo con fiebre y tos severa. Estaba a finales del tercer trimestre de su embarazo y la PCR confirmó que estaba infectada por el coronavirus. Pero eso no fue todo. Tres días después de que ingresara en un hospital parisino, comenzaron también a detectarse signos de sufrimiento en el feto.
Pruebas
Ante la posible gravedad de estos signos, los médicos le practicaron una cesárea de urgencia y, al nacer, el bebé fue inmediatamente aislado en una unidad de cuidados intensivos neonatales.
Y los peores pronósticos se confirmaron: el recién nacido tenía también el Sars Cov-2 en su sangre y en el líquido que se extrajo de sus pulmones.
Por lo tanto, se demostró que el virus había pasado desde la sangre de la madre a la placenta, donde se replicaba, y luego al bebé.
Además, este caso presenta otro dato preocupante: los niveles más altos del coronavirus se encontraron en la placenta, que es rica en los mismos receptores encontrados en los pulmones que el virus usa para invadir las células humanas.
Final feliz
Y ahí no terminó todo, porque el bebé a los tres días desarrolló también una pequeña inflamación en su cerebro, que los médicos han atribuido a la COVID-19.
Pero, al final, la historia acaba bien, porque tanto la madre como su hijo se han recuperado de la enfermedad y ya están bien de salud.
No es la primera vez que se detecta la COVID-19 en recién nacidos, pero hasta ahora la opinión mayoritaria es que se podían haber contagiado nada más nacer.
Sin embargo, este equipo de médicos franceses también ha querido "tranquilizar" a las mujeres embarazadas en el informe que ha publicado, porque los embarazos están ahora "muy controlados" y "en la mayoría de los casos no se producirán daños en el bebé", confirma la directora médica de este hospital francés.
Javier Gregori
Periodista especializado en ciencia y medio ambiente. Desde 1989 trabaja en los Servicios Informativos...