La Airef pide un cambio total de los incentivos a los planes de pensiones por ineficaces
La Autoridad Independiente Fiscal propone también modificar el IVA reducido y la reducción por alquiler para mejorar el cumplimiento de sus objetivos
Madrid
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) sigue con la revisión de los principales programas de gasto del país para señalar qué funciona, qué falla y proponer recomendaciones de mejora. Este miércoles ha presentado su evaluación de 13 beneficios fiscales que afectan a algunos de los impuestos más importantes: IRPF, IVA e Impuesto de Sociedades. Son incentivos y ventajas que cuestan 35.000 millones de euros al año; por eso, insiste la Autoridad, es fundamental mejorar su eficacia. Y de todas las ventajas que ha analizado, hay una que destaca por el incumplimiento de los objetivos que debe alcanzar: las ayudas fiscales a las aportaciones a los planes de pensiones privados.
Esta ventaja, de la que se sirven 2,5 millones de beneficiarios, consiste en el diferimiento en el pago de impuestos por las cantidades que se dediquen a nutrir planes de pensiones, con un límite de 8.000 euros al año, y el objetivo es fomentar el ahorro a largo plazo para complementar la pensión pública en el momento del retiro. En su análisis, la AIReF dice que esta meta no se cumple por varias razones: para empezar, beneficia fundamentalmente a los que más tienen: de los 1.643 millones al año que Hacienda deja de ingresar por este motivo, el 66% se concentra en el 10% más rico de la población. Pero además, es que los beneficiarios aportan poco y por tanto ahorran poco: a los 64 años, los ahorradores han acumulado de media 11.000 euros en planes de pensiones, e incluso los más ricos sólo cuentan con 20.000.
Esto se puede deber, según la AIReF, a varios motivos: primero, a que el sistema público de pensiones español ya provee a los jubilados con pensiones generosas en comparación con su último salario (la tasa de reemplazo es del 75%), y hay pocos incentivos a un ahorro suplementario para el retiro; segundo, porque al tratarse de un diferimiento de impuestos al final se acaba pagando prácticamente lo mismo que lo que uno se ahorra al depositar dinero en el plan, y tercero, que las comisiones se llevan buena parte del dinero invertido: en las simulaciones de la airef, para un contribuyente de renta alta, para obtener 773 euros de ahorro hay que gastar 7.776 en comisiones.
Por todo ello, la Airef recomienda una reformulación completa de este beneficio fiscal, y piden que se haga en el marco del Pacto de Toledo, para que su revisión sea “coherente” con las recomendaciones de esta comisión parlamentaria, en palabras de la presidenta de la Autoridad, Cristina Herrero.
IVA y ayudas por alquiler
Otro de los beneficios fiscales analizados por la AIReF que sí cumple en este caso su objetivo, pero en el que hay recomendaciones de mejora, es el IVA reducido y el superreducido (que tienen un tipo del 10% y el 4%, respectivamente, frente al 21% del tipo general). Los beneficios fiscales son muy cuantiosos en este caso, 17.786 millones de euros al año, y lo que dice la Airef en este caso es que hay que mejorarlo para alinearlo con su objetivo, que es facilitar el acceso a bienes y servicios de primera necesidad, sociales, culturales o estratégicos. Lo que falla aquí es el componente redistributivo, según la Autoridad, porque al final estos descuentos en el IVA benefician más a las rentas medias y altas que a las bajas: de esos casi 18.000 millones de beneficio fiscal, el 61% (es decir 11.000 millones) acaban favoreciendo al 40% más rico del país.
Hay ciertos bienes gravados con tipos bajos, como el pan o la leche, que sí tienen potencial redistributivo, pero otros que van principalmente para los que más dinero tienen, como los paquetes turísticos, la restauración, la jardinería o los libros y la prensa. Además, se dan contradicciones como que el tipo de las bebidas alcohólicas en la restauración es del 10% (un nivel que sólo Italia iguala en Europa), mientras que en los supermercados es del 21%. La propuesta en este caso de la Airef es revisar estos tipos de forma paulatina, y de acuerdo con la recuperación de la economía, para mejorar la eficacia redistributiva del impuesto, y reemplazar los descuentos por programas focalizados para ayudar a las familias vulnerables, planes que -según la Autoridad- tienen hasta ocho veces más de eficacia redistributiva.
En cuanto a las ayudas fiscales al alquiler, por las que el arrendador se ahorra hasta el 60% de los rendimientos netos obtenidos por tener inquilinos, son 1.039 millones de euros al año que deberían alinearse mejor -según la AIReF- con el objetivo de fomentar la oferta de viviendas en alquiler. Por ello, y a la vista de las dificultades de muchas familias para acceder a una vivienda en un contexto de precios crecientes, se propone dar más ventajas a aquellos que alquilen a personas en situación de vulnerabilidad.
Tributación conjunta y SICAVs
La AIReF encuentra espacio de mejora en la modalidad de tributación conjunta del IRPF, que permite a los matrimonios que opten por ella ahorrarse la tributación por 3.400 euros. Para la Autoridad, esta ventaja consigue su objetivo de beneficiar a los hogares que sólo tienen un perceptor de rentas, pero detecta que genera un desincentivo a participar en el mercado laboral del cónyuge no perceptor, que en más del 80% de los casos son mujeres. Así, la Airef propone acabar con este impacto de género haciendo desaparecer esta ventaja pero con un régimen transitorio para no afectar a los matrimonios que ya están en esta modalidad y a los que impactaría gravemente su cambio. Aconsejan además implantar nuevos incentivos que favorezcan la participación de las mujeres en el mercado laboral.
En cuanto a los vehículos de inversión colectiva conocidos como SICAVS, que tienen un tipo reducido del 1% en el Impuesto de Sociedades, se supone que se orientan a promocionar la inversión colectiva, y aunque formalmente se requieren 100 accionistas al menos, la AIReF detecta una altísima concentración de títulos en manos de uno o tres accionistas, así que en este caso la Autoridad insta a que se garantice esa naturaleza colectiva estableciendo un límite máximo de participación por accionista.
En algunos beneficios fiscales, el análisis de la AIReF no es capaz de decir si cumple o no el objetivo. Por ejemplo, en el caso de las exenciones a la sanidad y a la educación privadas (respectivamente, 1.763 millones y 1.694 millones de euros al año). Su objetivo es reducir los precios de estos bienes para favorecer el acceso universal, así como descongestionar el sistema público. Lo que dice la Airef es que su análisis no puede determinar si eliminar estos beneficios (y por tanto ganar ingresos para el Estado) compensaría la mayor inversión necesaria para atender la afluencia de usuarios que pasaría del sector privado al público.