El Teatro Kamikaze reabre con 'Traición', tras meses de apagón por el COVID-19
El 27 de agosto se estrena la obra de Harold Pinter con Raúl Arévalo, Miki Esparbé e Irene Arcos, con grandes medidas de seguridad por el coronavirus
Después de seis meses de apagón, el Pavón Teatro Kamikaze reabre al público con Traición el próximo 27 de agosto. Fue la obra que se quedó a medio estrenar el pasado mes de marzo, a causa de la crisis sanitaria provocada por la COVID-19. Dirigida por Ismael Elejalde, la obra permanecerá en cartel hasta el día 4 de octubre, con unas representaciones que tendrán lugar bajo un estricto protocolo de seguridad, que evite rebrotes y que cumpla con los requerimientos del ministerio de Sanidad.
Irene Arcos, Raúl Arévalo y Miki Esparbé protagonizan este triángulo amoroso del premio Nobel Harold Pinter, que narra la relación de tres amigos a lo largo de nueve años en la Inglaterra de los años setenta. Pablo Remón firma la traducción y adaptación del texto, una historia de amor que esconde una pelea por la represión de los deseos ocultos y una feroz crítica a las convenciones sociales.
El Kamikaze reducirá el aforo de la sala, donde tendrá lugar la representación, a un 72 por ciento. Es decir, solo habrá 290 butacas disponibles. De ese modo, dice el teatro en un comunicado, podrá mantenerse la distancia interpersonal. Como en todos los espacios cerrados de la Comunidad de Madrid, el uso de mascarilla será obligatorio y se ruega al público que acuda con antelación, para establecer una entrada y una salida paulatinas y ordenadas.
En el mes de septiembre, el Teatro Kamikaze anunciará las novedades para su nueva temporada y también sobre las cancelaciones de los espectáculos que iban a estrenarse en los meses de marzo y julio, para que los espectadores sepan cómo recuperar esas entradas.
Traición es la historia de un fracaso, un relato doloroso con pequeños tintes melodramáticos sobre un grupo de personas que pierden a la persona amada y a sus amigos. "Pinter habla de la incapacidad para hacer frente a la verdad, de nuestras dificultades para mostramos tal y como somos, de no querer aceptar que somos seres incompletos que necesitamos a los otros a pesar del terror que nos produce esa sensación", explica Israel Elejalde, que firma su sexto montaje como director. "Nos muestra una ficción aún más compleja que la propia realidad. Somos seres complejos, contradictorios y Pinter disfruta desgranando ese mundo perverso con brutal capacidad para jugar con las palabras y convertirlas en enigmas".
El dramaturgo y director Pablo Remón ha sido el encargado de traducir y adaptar esta historia de amor con tres aristas, que se desarrolla entre 1968 y 1977. "La mía es más bien una traducción 'con licencias', donde he intentado trasladar al castellano la potencia poética que tiene Pinter en el original", explica Remón. "La obra es principalmente conocida por su estructura, que es brillante. La obra es un viaje en el tiempo. Más allá de eso, es admirable la capacidad de Pinter para encontrar poesía en la aparente banalidad. Por la amplitud y profundidad de su obra, la ruptura del canon establecido, la creación de un universo poético propio, y la influencia que ha tenido en la escritura dramática posterior, Pinter es el dramaturgo más importante de la segunda mitad del siglo XX".
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...