"Eso no es una residencia, es otra cosa. Mi padre no volverá hasta que pueda visitarle"
Ayer expiró el plazo para que regresen a las residencias de la Comunidad de Madrid los ancianos que abandonaron su centro durante el pico de la pandemia para ir con sus familiares. La mayoría de comunidades garantizan la plaza a todos vuelvan cuando vuelvan
Esther Ortega se niega a que su padre vuelva por el miedo al virus y a la atención que recibirá. Solicita al gobierno de Isabel Díaz Ayuso que mantenga la plaza a los ancianos
Madrid
Miedo al virus y miedo a la atención que recibirán sus seres queridos. Estos son los motivos de las familias cuyos mayores no han regresado a su residencia en el plazo fijado por el gobierno de la Comunidad de Madrid. Si no lo hacen pueden perder su plaza. Para conseguirla se necesita estar más de dos años en lista de espera. Durante las semanas más críticas de la pandemia el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso animó a los familiares a trasladar a sus mayores a casa si era posible.Ahora les amenaza con perder su plaza si no regresan. La mayoría de comunidades garantizan a los residentes que podrán volver a vivir en su centro y no imponen plazos.
Residencias Plazas
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Esther Ortega sacó en abril a sus padres de la residencia Orpea Alcobendas. Su madre vivía allí temporalmente para recuperarse. Su padre Manuel tiene 83 años, sufre parkinson, su cadera está rota y tiene una plaza subvencionda. "Debido a que en ningún momento estaba recibiendo sus terapias ni la estimulación que necesitaba salió completamente demenciado, delgado, sin movilidad, deshidratado... Se ha recuperado conmigo ahora un poquito pero su cabeza ya creo que va a ser difícil. Mi madre ha estado con pañales con excrementos ocho horas, ha habido días que no le han llevado la cena, era continuo".
Su madre, Rosario de 77 años, vivía temporalmente allí recuperándose de un accidente y le contaba lo que estaba ocurriendo. Esther Ortega explica que "sabía que aquello era una trampa para ellos y por eso les saqué sin saber si estaban enfermos, si lo estaba yo. Fue una decisión arriesgada pero lo vi clarísimo. Vi que tenía que sacarlo de allí. Todavía no entiendo con qué argumento jurídico, ni moral pueden hacernos regresar a un sitio que no te garantizan ni la seguridad con el COVID-19 ni unos cuidados adecuados".
Tanto Esther como su madre Rosario llamaron a la policía pero los agentes les dijeron que no podían intervenir en las residencias. Avisó en ocho ocasiones al gobierno regional y envió una carta a la presidenta Isabel Díaz Ayuso. Ha puesto una denuncia contra la dirección de la residencia Orpea Alconbendas por desatención y desinformación. Esther explica que la dirección de la residencia negó todas las acusaciones: "La respuesta es que me extraña, es mentira, tu madre es muy especialita… y como nadie podía entrar era su palabra contra la de mi madre. En su momento esperaba que intervinieran la residencia y que alguien pusiera un poco de cordura y un poco de humanidad. A estas alturas lo que espero es que alguien escuche lo que ha pasado ahí dentro, que se haga justicia por todos los muertos que ha habido y por todo el dolor que se ha creado. Hay mucho dolor que no va a desaparecer nunca de todas estas familias. No es solo que hayan muerto si no como han muerto".
En otros lugares de España como Cataluña, Galicia, Asturias, Castilla-León, Comunitat Valenciana... en la mayoría de comunidades se garantiza a los residentes que mantienen su plaza vuelvan cuando vuelvan. En el País Vasco se ha suspendido el pago mensual. Algunas como Baleares o Castilla-La Mancha tienen normas similares a las de Madrid pero no van a aplicarlas. Consideran que deben ser flexibles y no perderá la plaza ningún anciano.
Esther pide lo mismo para Madrid: "Tengo mi familia propia abandonada, dedicándome exclusivamente a esto y no sé cuánto tiempo podré seguir así. Lo único que tengo claro es que mi padre no vuelve en estas condiciones allí. Eso no es una residencia, es otra cosa. Yo no he solicitado eso. No entiendo que me hagan cumplir una cláusula del año 94 que no tiene para nada en cuenta la situación actual y la Comunidad de Madrid no cumple con sus cláusulas sobre el cuidado a los ancianos y la calidad del servicio".
Otras regiones también han marcado un plazo a las familias para que sus mayores regresen o no podrán seguir viviendo allí. Andalucía el 15 de septiembre, Aragón el 1 de octubre, aunque se plantean ampliarlo. Con o sin riesgo de perder la plaza muchas familias, como la de Esther, aseguran que sus seres queridos no volverán a los centros hasta que ellos no puedan entrar a visitarlos para asegurarse de lo que está ocurriendo.