Descartan acusar de asesinato a los policías que mataron a Breonna Taylor, afroamericana tiroteada en su casa
El exagente Brett Hankison ha sido imputado con tres cargos que no se relacionan directamente con la muerte de la joven, mientras que otros dos policías no han sido acusados
Madrid
La fiscalía estadounidense de Kentucky ha descartado acusar de asesinato a ninguno de los policías implicados en la muerte de la afroamericana Breonna Taylor, que fue tiroteada en su propia casa el pasado mes de marzo. En el caso, un agente ha sido imputado por cargos menores que no están relacionados directamente con la muerte de la joven, pero no se acusará al resto de policías.
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El único imputado se trata del exagente de policía Brett Hankinson, quien ha sido acusado de tres cargos de imprudencia temeraria en primer grado, lo que le expone a un máximo de 15 años de cárcel. Mientras, otros dos policías –John Mattingly y Myles Cosgrove– no han sido acusados.
La noticia ha generado una ola de indignación en las calles de Louisville, la ciudad de Kentucky donde Taylor murió a tiros el pasado 13 de marzo, y las autoridades locales han anunciado un toque de queda y han cerrado zonas del centro de la ciudad en previsión de posibles protestas e incidentes, según ha informado la cadena de televisión estadounidense CNN.
Hankison fue despedido tras la muerte de Taylor después de que la Policía afirmara que el agente había violado los protocolos de procedimiento y que sus acciones "mostraron una indiferencia extrema por el valor de la vida humana". El entonces jefe de la Policía de Louisville, Robert Schroeder, manifestó que el agente "realizó diez disparos sin motivo y a ciegas" en el interior del apartamento de Taylor, una médico de urgencias.
Muertes que aumentan la tensión racial
Taylor, de 25 años, murió tiroteada en su propia casa en marzo cuando tres policías vestidos de civil entraron en su domicilio para llevar a cabo una orden de registro, presuntamente en busca de estupefacientes que al final no encontraron. Según las primeras pesquisas, por error, los agentes confundieron con otra persona a su novio, quien pensando que eran intrusos, realizó un disparo de advertencia. Esto desencadenó un tiroteo que acabó con la vida de ella.
Tras la muerte de George Floyd el 25 de mayo a manos de un agente de la Policía de Mineápolis, la tensión racial en Estados Unidos ha vuelto a tomar protagonismo, en especial tras nuevas muertes a manos de policías en las últimas semanas.