Casi la mitad de las residencias de ancianos no están preparadas para la segunda ola

Madrid

Un 12% de las residencias sociosanitarias no tiene todavía a estas alturas, casi siete meses después de la declaración de la pandemia, un plan COVID que les ayude en la gestión y la prevención de la enfermedad. Es uno de los preocupantes datos del estudio 'Análisis de la situación de las residencias sociosanitarias en España' realizado por el sindicato de enfermería SATSE, junto a la Mesa de la Profesión Enfermera y la colaboración de la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Gerontológica (SEEGG).

El fuerte impacto que la primera ola tuvo en esto centros donde causó la muerte de 20.000 ancianos, el 5% de los residentes, tampoco ha servido para que afronten la segunda con más garantías: "No están preparadas al 100%", reconoce José Luis Cobos vicesecretario del Consejo General de Enfermería. "No están preparados para dar cobertura de lo que se necesita para garantizar la seguridad de los residentes y los trabajadores en cuento a materiales, protocolos...hay que hacer todavía un trabajo importante", ha señalado durante la presentación del informe esta mañana.

Un 46,3% de las residencias reconoce que no cuenta con lo necesario para hacer frente a esta segunda ola según ese estudio que analiza la situación de 272 centros sociosanitarios y fue realizado entre mediados de junio y mitad julio. Durante la primera ola el 76% de los trabajadores de las residencias aseguró que tuvo que reutilizar el material de seguridad contra el virus.

El informe analiza también la sobrecarga que sufre el personal de enfermería en este tipo de centros: "De forma global, una enfermera tiene asignado un total de 46 residentes por la mañana y 71 por la tarde, un valor desproporcionado que se multiplica en el caso de los domingos y festivos (71 pacientes por enfermera en los turnos de mañana y 92 por la tarde). La situación empeora en los centros privados, que son la mayoría –un 75% del total– donde se llegan a superar los 100 residentes asignados.

También se subraya la precariedad de los trabajadores –sólo una de cada 5 enfermeras llevaba ya un año trabajando cuendo se hizo el informe– y la escasa retribución: 20.000 euros de media. En el 91% de los centros no se exige formación específica en el cuidado de ancianos para el puesto.

Sobre la gestión de los centros sociosanitarios destaca un dato: sólo tres de cada diez residencias tienen la posibilidad de compartir los historiales médicos con otro tipo de centros. "Compartir la historia clínica de los residentes es vital para poder prestar una atención de calidad y velar por su seguridad clínica", señala el documento.