Macron decreta el toque de queda en la región de París y ocho ciudades de Francia a partir del sábado
Varios líderes de la oposición han dado a entender que no se opondrán a la medida
El gobierno francés activa el estado de emergencia sanitaria a partir del próximo día 17
Madrid
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha confirmado este miércoles que el país entrará en estado de emergencia sanitaria a partir de este sábado 17 de octubre y que, además, en la región de París y ocho ciudades importantes —Aix-Marsella, Grenoble, Lille, Lyon, Montpellier, Rouen y Toulousse, Saint Etiénne— se impondrá un toque de queda durante cuatro semanas. Esta decisión supone una nueva vuelta de tuerca en las restricciones para intentar contener los contagios de COVID-19 ante lo que Macron ya considera una "segunda ola" de la pandemia.
El toque de queda, defendido por Macron como una medida "pertinente", se establecerá entre las 21.00 de la noche y las 6.00 de la mañana. A quien incumpla esta medida se le impondrá multas de 135 euros, y 1.500 para reincidentes.
Varios líderes de la oposición han dado a entender que no se opondrán a un eventual toque de queda, que según diversas filtraciones del entorno de Macron a la prensa era de las opciones barajadas para los anuncios que pensaba hacer este miércoles en una entrevista en los dos principales canales de televisión.
No infantilizar a los franceses
“No hemos perdido el control. Estamos en una situación que es preocupante y que justifica que no estemos inactivos ni en pánico”, ha dicho Macron. "Somos conscientes de que habrá consecuencias económicas".
Pero Macron ha explicado que, a dos semanas del puente de Todos Santos, no van a limitar la movilidad entre regiones: "Hemos decidido no restringir los viajes entre regiones. Una decisión que apuesta por la opción de no infantilizar, de empoderar".
Sobre el teletrabajo, Emmanuel Macron ha explicado que el gobierno no lo va a imponer, aunque sí ha animado a las empresas a hacer uso de él con sentido común. "El teletrabajo es una buena herramienta cuando se usa de manera inteligente, cuando es flexible y casi individualizado. Tuvimos que imponerlo durante el confinamiento, y puede ser agradable cuando disponemos de una segunda residencia, pero en un piso con niños ya es más complicado".