Las empresas avanzan hacia la jornada laboral de 4 días

Madrid

La vida cotidiana ha sufrido un antes y un después con la llegada del coronavirus. Lo ha hecho el modo de relacionarnos, de consumir, y también de trabajar. La evolución más evidente ha sido el aumento del teletrabajo sin embargo, no es la única. Cada vez más empresas se plantean reducir la semana laboral a cuatro días, sin que esto afecte a los salarios. Aunque, por el momento, son pocas las compañías que lo han implantado en nuestro país, las consultas sobre esta posibilidad “se han incrementado desde enero hasta un 30%” según apunta Alberto Martín, director comercial del Grupo SPEC, especializado en control horario.

Este planteamiento, que entusiasma a muchos trabajadores, es una idea que ya el año pasado dibujaba la OIT en su informe “Trabajar para un futuro mejor” y de la que también advertía, en España, UGT que, en su documento "Impacto de la automatización en el empleo en España", sugiere que la jornada laboral tendrá que ir reduciéndose a medida que el empleo se va automatizando. Un cambio que, más allá de lo que pueda parecer, no solo reporta beneficios a los empleados, sino también a sus empresas. “Hay ahorro de gastos generales -gasto de luz, de tóner, fotocopiadoras, aire acondicionado…- y además se ha demostrado que hay un aumento de productividad, evidentemente la empresa está ahorrando, por un lado, y está ganando en beneficios por el otro” apunta Martín. Los datos de experiencias piloto puestas en marcha en otros países, como el de Microsoft Japón, que probó la jornada laboral de cuatro días durante un mes el año pasado, refuerzan esta visión: aumento de productividad de hasta un 40% y reducción de costes de electricidad -un 23%- y de impresión -casi un 59%-.

La compañía de Software DELSOL, afincada en Jaén, ha sido la primera en implantar este tipo de jornada en España. Lo hizo el pasado 1 de enero y los resultados, según Juan Antonio Mallenco, responsable de comunicación, no pueden ser mejores. Están cumpliendo los objetivos marcados por la compañía de la misma forma que lo hacían otros años y siguen atendiendo a sus clientes como siempre -organizan la atención al público de forma que ésta continúe dándose todos los días laborales, con jornadas semanales de 26 horas en invierno y 28 horas en verano- pero el absentismo ha caído en picado. “Hasta ahora solamente puedo hablar de ventajas: hemos reducido el índice de absentismo laboral, y tener ese día para tu vida hace que nos enfrentemos al trabajo, a los objetivos, a la jornada laboral en sí, con más ganas” dice Mallenco. De hecho, explica que son muchas las empresas que ya les han consultado cómo les está resultando el nuevo modelo de trabajo y él advierte que “este modelo funciona en su empresa” pero que “no todas las empresas trabajan igual” y que este planteamiento tendría que adaptarse en función de las necesidades de cada una de ellas.

A esta nueva semana laboral se han sumado también los Restaurantes Francachela cuya cofundadora, María Álvarez, ha puesto en marcha, además, la Campaña 4Suma, para animar a otros negocios a probar esta nueva forma de trabajar. Aunque admite que “en hostelería, y más con el impacto de la pandemia” es más difícil aplicar este tipo de horarios, ella y socia vieron clara la oportunidad. “Esta idea surge de nuestra propia experiencia del confinamiento: nos dimos cuenta de que, efectivamente, la normalidad no podía ser la misma de antes, que sobre la vida de las familias pesaban también un montón de condicionantes a los que teníamos que responder también como empresarias. Y surge, también, de esta idea con la que trabajamos mucho y es que necesitamos salir de la ‘cultura de la incidencia’, esta lógica que como tenemos ya unas jornadas laborales determinadas pues a lo que nos dedicamos muchas veces es a rellenar el horario y siempre tuvimos en mente darle la vuelta” explica Álvarez.