"Tenía 6 años y fue el peor trauma de mi vida": la confesión de una médico víctima de una agresión sexual
El testimonio de una mujer que comparte y visibiliza el abuso infantil que sufrió de niña ha sido uno de los mensajes más compartidos durante este día contra la violencia de género
"Pese al abuso sexual que sufrí soy una luchadora, una superviviente y una voz más para luchar por todas las víctimas de agresiones", explica en su hilo de Twitter
Madrid
Este 25 de noviembre se ha celebrado en todo el mundo el Día Internacional de la Eliminación de las Violencias contra las Mujeres y las redes sociales se han llenado de mensajes de unidad y de apoyo en la lucha contra una violencia a la que la ministra de Igualdad, Irene Montero, se ha referido este mismo miércoles como "estructural", "naturalizada", "invisibilizada" y, en la actualidad "cuestionada y legitimada" por la "extrema derecha".
Uno de los mensajes que más repercusión ha tenido durante este 25-N ha sido el testimonio de una médico anestesióloga llamada Elena Casado, que ha compartido en su perfil de Twitter para visibilizar y compartir el abuso infantil que sufrió de niña con tan solo 6 años de edad.
"Tenía 6 años. Empezaba el colegio, primaria y el peor trauma de mi vida. Sobreviví a un abuso sexual. Nunca lo había contado". Así comienza el hilo de Twitter, que tiene una intención muy clara según su autora: "Comparto mi historia por las mujeres que no pueden. Para que quien lo lea lo sepa: No estás sola", explica Elena.
"Hasta los 13 años no se lo conté a mis padres. Hasta los 20 años no normalicé hablar de mí como superviviente de una agresión sexual. Hasta hoy no había dicho los detalles. Hizo falta mucha terapia y deconstrucción personal", comenta la doctora, que afirma tajantemente que pese a que su agresor "me hizo víctima", el feminismo le ha convertido "en una superviviente".
El hilo de Twitter pretende ayudar a otras personas y explicar la necesidad de educar a los jóvenes para acabar con la violencia de género: "Es imprescindible que se hable a los niños de que su cuerpo es suyo. De que si alguien les toca o les obliga a hacer cosas, tengan la capacidad y hábito de pedir ayuda", cuenta la doctora, que explica que se "culpable, sucia, y tenía mucho miedo".
La doctora pasa a explicar los detalles de su agresión. "El depredador no es un monstruo ni un paria, ni se le veía venir. Los peores agresores son aquellos que no parecen un peligro, porque no los ves venir", comenta y comienza a hablar de un "chaval" mayor que ella que le acosaba y realizaba tocamientos en el autobús escolar a lo largo de muchos meses.
"Yo tenía seis añitos (del 89) y el agresor era del 83. Seis años más. 13 entonces. No sé si se puede considerar pedofilia, pero normal no es. Nunca entendí por qué me eligió como su víctima. Se lo pregunté cuando me enfrenté más de 20 años después", comenta en el hilo de Twitter.
"Le pregunté qué clase de persona le hace tocamientos a una niña de seis años durante meses, agrediéndola en un autobús. Me dijo que era un juego. Y que era un secreto. Y yo me sentía tan culpable, que no sabía cómo pedir ayuda", relata Elena, que explica que los tocamientos se prolongaron hasta que un día tuvo "tal ataque de ansiedad que no podía dejar de llorar" y el agresor dejó de hacerlo porque "se asustó", según cree la víctima de esta agresión continuada.
La médico anestesióloga sigue explicando sus años posteriores, cómo se lo contó a sus padres, la reacción de éstos ante la revelación de su hija, su posterior terapia y cómo fue la primera vez que volvió a ver a su agresor y no pudo enfrentarse a él.
Es entonces cuando pasa a contar lo que sucedió cuando tiempo más tarde se encuentra con su agresor en la aplicación de citas Tinder. "Le pregunté si había ido a mi colegio. Y cuando me dijo que si, le pregunté si en serio no recordaba quién era yo y qué me había hecho. Me deshizo el match. Además de cobarde, hay que ser bastante imbécil", cuenta Elena.
Los siguientes mensajes del hilo de Twitter se componen de una serie de capturas de pantallas del mensaje que le mandó posteriormente a su agresor a través de Facebook. "¿Piensas que podría olvidarme de ti? ¿Piensas que destrozarle la vida a una niña de seis años es gratuito?", le dice en uno de los mensajes.
"Me guardé las capturas porque eran mi prueba de que había sido capaz de enfrentarme. De que si alguna vez le hacía algo a otra persona podría sentar antecedentes con mis pruebas. Pero sobre todo de que no estaba loca. De que mi memoria infantil lo recordaba todo perfectamente", cuenta Elena en el cierre de su hilo.
Elena zanja su hilo en Twitter con un mensaje muy claro: "Pese al abuso sexual que sufrí soy una luchadora, una superviviente y una voz más para luchar por todas las víctimas de agresiones. Para evitar que haya más. Porque yo sí te creo, hermana", explica.
En un tuit posterior, la autora de estos mensajes ha querido compartir una reflexión final que hace ver el camino que falta por recorrer en esta lucha: "Es horrible la cantidad de mensajes privados que me llegan dándome las gracias por visibilizar el abuso infantil porque a ellas les pasó algo similar y aún no se atreven a contarlo. Da muchísimo miedo. Nos queda mucho camino. Mucha lucha", zanja la médico.