Así adoctrinaba Es Satty: "Me llegó a decir de entrar en un Mercadona y arrasar con todo"
Un testigo relata cómo el imán de Ripoll, fallecido en Alcanar, justificaba los atentados y planeaba sus propios ataques
Madrid
Abdelbaki Es Satty, imán de Ripoll y supuesto líder de la célula terrorista fallecido en la explosión de la casa de Alcanar, no ocultaba sus intenciones de atentar en territorio español. Así lo ha explicado hoy en el juicio por los atentados de Barcelona y Cambrils un testigo, musulmán converso, que conoció a Es Satty en Castellón años antes de los atropellos masivos: "Me llegó a decir de entrar en un Mercadona y arrasar con todo".
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Ha sido Cristian R.M, musulmán converso, el que ha explicado su experiencia con Es Satty en Castellón, ciudad en la que cumplió condena por tráfico de drogas. "Me empecé a alehar de él porque me llegó a decir de entrar en un Mercadona y arrasar con todo lo que pillara y ahí dije, no es normal", ha explicado. Para Es Satty, según este testigo, "cualquier persona que no era musulmán merecía morir, por ejemplo iba por la calle y veía una persona paseando un perro... eso era lo peor del mundo".
El que años después se convertiría en imán de Ripoll y se pondría al frente de una célula terrorista le enseñaba vídeos de contenido yihadista: "Desde niños entrenando hasta torturas, de todo tipo", ha explicado. Es Satty era "una persona muy paranoica" que vigilaba a todo aquel que entraba y salía de la mezquita y para él "todas las personas, musulmanas o no, eran hipócritas o gente que no había practicado bien la religión".
El imán no ocultaba su justificación de los atentados mortales en nombre de la religión pero este testigo no creyó que sus intenciones fueran reales. "Sí que me lo dijo, que tenía intención de realizar acciones. Para yo ir a la Guardia Civil tenía que estar muy seguro, y tal y como me lo explicaba yo lo veía como algo imposible, no me lo creía, no creí que fuera capaz de llegar a hacer lo que ha hecho. Si no, lo hubiera denunciado sin dudarlo".
Las "dos caras" del imán
Poco después ha declardo Ali Yassine, presidente de la comunidad islámica Annour, que dieron trabajo en un primer momento a Abdelbaki Es Satty en una mezquita de Ripoll. Nunca en sus sermones públicos mencionó la posibilidad de justificar atentados: "Jamás, todo lo que ha hecho lo ha hecho en secreto, este imán nos daba dos caras".
El juez Alfonso Guevara ha cortado el interrogatorio de una de la defensas a uno de los testigos, amigo de los acusados en Ripoll, exigiendo que no se hagan preguntas sobre la religión que profesaban. "Una cosa es el islam y otra lo que se juzga aquí. No confundamos. Se puede hacer tanto una cosa con mantilla española y yendo a misa todos los días y el jueves santo con mantilla. Hay que separar las dos cosas".