Condenada por morder y mutilar el dedo a una mujer en una pelea en Madrid
La Audiencia Provincial impone tres años y tres meses de cárcel para una mujer por arrancar parte de un dedo de un mordisco a otra en una pelea
Los jueces destacan que la condenada actuó con una "buena dosis de salvajismo" al escupir además el trozo de dedo al suelo después
Madrid
Una mujer ha sido condenada a tres años y tres meses de cárcel en Madrid por arrancar parte de un dedo de un mordisco a otra en una pelea en un parque de la capital. Los jueces hablan de "una buena dosis de salvajismo" en la actuación de la acusada y le atribuyen un delito de lesiones: la víctima perdió la punta del dedo y parte de la uña después del mordisco, una lesión que los jueces pudieron observar en el propio juicio.
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Los hechos, según la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, ocurrieron en el verano de 2018 en un parque del distrito de Tetuán. La acusada mantenía una disputa con la víctima "por celos de un chico", dice la resolución, y se dirigió hacia ella empezando entonces una discusión y un forcejeo. Fue durante ese forcejeo cuando mordió el dedo índice de su mano izquierda con tanta fuerza que le seccionó la primera falange.
La acusada, según el relato de la víctima y de una testigo, "se lo quedó en la boca y lo escupió al suelo", envolviendo la joven el trozo de dedo y marchándose al hospital de La Paz para ser atendida. La misma testigo, que estaba con la víctima en el momento de los hechos, relató además en el juicio cómo la agresora escribió en su muro de Facebook después que "lo que no hacía con la mano lo hacía con la boca".
Ahora ha sido la Audiencia Provincial de Madrid la que ha declarado probada la agresión y ha impuesto una condena de tres años y tres meses de prisión a la acusada por un delito de lesiones, además de una orden de alejamiento y la obligación de indemnizar a la víctima con un total de 7.000 euros. La sentencia ya ha sido recurrida por la acusada, según afirman fuentes del caso a esta emisora, ante el Tribunal Superior de Justicia y en caso de ser declarada firme implicaría su entrada en prisión.
"Una buena dosis de salvajismo"
La sentencia, que ha tenido como ponente a la magistrada Caridad Hernández, otorga más valor a la declaración "verosímil, creíble y persistente" de la víctima frente a la versión de la acusada, que en fase de instrucción reconoció haberle propinado el mordisco pero que en el juicio negó haber sido la autora de la amputación. Una testigo ratificó punto por punto la versión de la víctima, así como los informes médicos de La Paz.
Para los jueces, el mordisco supuso "una total y absoluta falta de proporcionalidad" por parte de la condenada "existiendo sin duda otras alternativas defensivas menos gravosas" en el contexto de ese forcejeo. Dicen a la hora de justificar la condena de cárcel que le imponen, incluso, que escupir el trozo de dedo en el suelo después del mordisco denota "una buena dosis de salvajismo en su conducta".