Por qué los niños no se infectan tanto del COVID-19 ni son supercontagiadores
Los estudios sugieren que los niños generan una respuesta inmune más rápida y eficaz que los adultos
Madrid
Desde que comenzó la pandemia han surgido teorías sobre la afección del COVID-19 en los niños. De quienes pensaban que los niños eran un foco importante de contagios, los llamados supercontagiadores, a quienes creían que eran inmunes a la enfermedad. Ni una cosa ni la otra. Según los científicos, los menores representan un pequeño porcentaje de las infecciones y sugieren que su sistema inmunológico puede estar mejor equipado para eliminar el SARS-CoV-2 que el de los adultos.
Un estudio publicado en la revista científica Nature revela que la respuesta de los niños al virus difiere de la de los adultos porque desarrollan síntomas del COVID-19 y anticuerpos específicos. Lo más curioso que descubrieron en la investigación es que nunca dan positivo en las pruebas PCR. "Los niños están muy adaptados para responder, y muy bien equipados para responder, a nuevos virus", señala la inmunóloga de la Universidad de Columbia, Donna Farber.
La investigación para evaluar la respuesta inmunológica de los niños fue realizada en una familia con tres menores de diez años. Los niños desarrollaron anticuerpos contra el COVID-19, y dos de ellos incluso experimentaron síntomas leves, pero ninguno dio positivo en las PCR, a pesar de haber sido examinados once veces durante un mes mientras estaban en contacto con sus padres, que sí dieron positivo en las pruebas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), solo se detecta el 1,2% de las infecciones en menores de 4 años; el 2,5% en niños de entre 4 y 14 años; y el 9,6% en jóvenes de entre 15 y 24 años. Sin embargo, en personas de entre 25 y 64 años se detecta el 64% de los contagios y en mayores de 65 un 22% de los casos.
Los niños producen una respuesta rápida
La explicación que dan los expertos es que el sistema inmunológico de los niños ve el virus "y simplemente genera esta respuesta inmune realmente rápida y eficaz que lo apaga, antes de que tenga la oportunidad de replicarse hasta el punto de que dé positivo en la prueba de diagnóstico con hisopo", asegura la inmunóloga que realizó la investigación con la familia, Melanie Neeland.
En otro estudio llevado a cabo con 32 adultos y 47 niños de 18 años o menos, la inmunóloga Farber descubrieron que los niños produjeron anticuerpos dirigidos a la proteína de la espícula SARS-CoV-2. Por el contrario, los adultos generaron anticuerpos similares, pero también desarrollaron anticuerpos contra la proteína de la nucleocápside, que es esencial para la replicación viral.
Al carecer los niños de anticuerpos específicos de la nucleocápsida, lo que sugiere Farber es que no están experimentando una infección generalizada, sino que las respuestas inmunitarias de los niños parecen ser capaces de eliminar el virus antes de que se replique en grandes cantidades como en los adultos.
La clave está en el sistema inmunológico innato
La capacidad de los niños para neutralizar el virus podría estar relacionada con el hecho de que tienen una fuerte respuesta inmune innata desde el nacimiento. Así, los niños pueden neutralizar el virus debido a que sus células T son relativamente ingenuas. Es decir, las células T son parte del sistema inmunológico adaptativo del cuerpo, que aprende a reconocer los patógenos que encuentra a lo largo de su vida y como las células T de los niños en su mayoría no están capacitadas, podrían tener una mayor capacidad para responder a nuevos virus.
Según otro estudio que incluyó a 65 niños y jóvenes de menos de 24 años y a 60 adultos, se extrajo que los adultos tenían una respuesta de células T más fuerte a el virus que los niños y los jóvenes. Aunque la conclusión de Farber fue que el estudio midió las respuestas de las células T de memoria, que están mucho menos desarrolladas en los niños, en lugar de la actividad de las células T ingenuas.
Coronavirus estacionales
Una última causa del escudo infantil podría ser la inmunidad cruzada, la generada por otros coronavirus menos agresivos y que tienen especial incidencia en los niños, pues son el principal reservorio de coronavirus estacionales que causan el resfriado común. Algunos investigadores han sugerido que los anticuerpos para estos coronavirus podrían conferir cierta protección contra el SARS-CoV-2.
Así, cuando los niños están expuestos al virus, reciben una dosis menor que los adultos, porque sus narices contienen menos receptores que el virus usa para acceder a las células. Esto también podría explicar por qué el coronavirus es menos frecuente en niños que en adultos.