Estados Unidos autoriza la vacuna de Moderna, segunda después de la de Pfizer
Estos 7,9 millones de dosis de la vacuna contra la COVID se sumarán a los 2,9 millones de Pfizer distribuidos esta semana
Washington
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) de Estados Unidos, el ente que regula la comercialización de fármacos, autorizó este viernes el uso de la vacuna contra la COVID-19 de la biotecnológica estadounidense Moderna.
La autorización de la vacuna de Moderna por parte de la FDA llega justo una semana después de la de la farmacéutica Pfizer, cuyas primeras dosis ya se están administrando. "Con dos vacunas disponibles para la prevención de la COVID-19, la FDA ha dado otro paso crucial en la lucha contra esta pandemia global que está causando un gran número diario de hospitalizaciones y muertes en Estados Unidos", dijo en un comunicado el director de la agencia, Stephen Hahn.
7,9 millones de dosis en camino
Asimismo, Hahn aseguró que las dos vacunas pese a su "acelerada" autorización "se adhieren a los rigurosos estándares de seguridad, efectividad y calidad de fabricación necesarios para respaldar la autorización de uso de emergencia que el pueblo estadounidense espera de la FDA". El secretario de Salud y Servicios Humanos (HHS, en inglés) de Estados Unidos aseguró que la próxima semana se distribuirán 5,9 millones de dosis de la vacuna de Moderna y otros 2 millones de la de Pfizer por todo el país.
Esos 7,9 millones de dosis se sumarán a los 2,9 millones de Pfizer distribuidos esta semana y que ya se están administrando. Cada vacuna requiere de la administración de dos dosis por persona en un plazo de 21 días en el caso de Pfizer y de 28 en el de Moderna.
Esta autorización de emergencia (un trámite excepcional previo a la aprobación) llega en el peor momento de la pandemia para Estados Unidos, con más de 17,4 millones de contagios y 313.000 muertos, más que ningún otro país.
Los políticos se vacunan
El vicepresidente saliente de EEUU, Mike Pence, se vacunó este viernes en público contra la COVID-19 para disipar la falta de confianza que la inmunización ha generado entre algunos ciudadanos, al igual que hicieron otros políticos, como Nancy Pelosi y Mitch McConnell.
Delante de las cámaras de televisión, Pence recibió la vacuna desarrollada por Pfizer y su socio alemán BioNTech, la primera en lograr el visto bueno en EE.UU., en un intento de convencer a los ciudadanos sobre la seguridad del preparado. "No he sentido nada. Bien hecho", dijo Pence en un acto en la Casa Blanca, donde le pusieron la primera dosis de la vacuna a él, a su esposa, Karen, y al director general de Salud Pública del Gobierno estadounidense, Jerome Adams.
Más allá de la Casa Blanca, Pelosi, de 80 años, publicó dos fotografías en Twitter del momento en que recibió el suero, acompañadas del mensaje: "Hoy, con confianza en la ciencia y bajo la dirección de la Oficina del Médico (del Capitolio), recibí la vacuna de la COVID-19". "Conforme la vacuna se distribuya, todos debemos continuar llevando mascarilla, practicando la distancia social y otras medidas basadas en la ciencia para salvar vidas y aplastar el virus", añadió Pelosi.
McConnell, de 78 años y superviviente de la poliomielitis, difundió en la misma red social una instantánea minutos después de haber recibido la vacuna, mientras recibía la cartilla de vacunación por parte de un sanitario. "Acabo de recibir la vacuna segura, efectiva de la covid-19 siguiendo los protocolos de continuidad del Gobierno. Con las vacunas es como se vence al virus", señaló.
La vacuna estaba disponible para todos los miembros del Congreso, por lo que también la recibió la joven representante Alexandra Ocasio-Cortez, de 31 años, que compartió en su cuenta de Instagram varios vídeos del momento.
Tercera reacción alérgica
Una trabajadora del sector sanitario de Alaska (EEUU) sufrió una grave reacción alérgica tras recibir la vacuna contra la COVID-19 de la farmacéutica Pfizer, el tercer caso de anafilaxis en ese estado en lo que va de semana y el segundo que requiere hospitalización. La sanitaria, una médico en la ciudad de Fairbanks, experimentó síntomas anafilácticos como hinchazón de la lengua, voz ronca y dificultad para respirar unos 10 minutos después de recibir este jueves el suero, según informó la Foundation Health Partners, para la que trabaja. Fue trasladada de inmediato a una sala de emergencias, donde le inyectaron dos dosis de epinefrina y recibió el alta después de unas seis horas.
La médico afectada, que no fue identificada, aseguró en la nota de prensa que su "reacción adversa a la vacuna es insignificante en comparación con lo que la infección por la COVID puede hacer a las personas". "Me pondría la vacuna y se la recomendaría a cualquiera, a pesar de mi reacción, para ayudar a nuestro país a inmunizarse, lo cual es necesario para la salud de todos los estadounidenses, para la economía, para que las familias se abracen nuevamente, para que los niños regresen a la escuela", añadió.