Kobe Bryant y Maradona: dos leyendas tan distintas y casi irrepetibles
Este 2020 tan aciago y tan horrible para la población humana ha visto el adiós de dos de los deportistas más idolatrados de todos los tiempos
El 2020 ha sido sin lugar a dudas el peor año que se recuerda. La pandemia del coronavirus ha generado una situación global tan dolorosa y difícil para todos que es casi imposible compararlo con cualquier otra desgracia.
El mundo del deporte no ha sido ajeno a ello: durante meses la mayor parte de deportes y de competiciones tuvieron que frenar en seco generando una situación nunca vista antes: los deportistas pasaron a ser como todos los demás, como realmente son, seres humanos que tuvieron que protegerse del virus en sus casas.
Sin embargo, las dos muertes que más impacto han generado en este doloroso 2020 no han tenido nada que ver con la COVID. De hecho, una de ellas se produjo antes de la llegada del virus (aunque en Wuhan ya comenzaba a generar nerviosismo).
Kobe Bryant y Diego Armando Maradona están, por lo que generan entre los que les elevan a los altares, entre los más grandes de todos los tiempos y de cualquier deporte. No hay más que ver todo lo que sucedió y los homenajes que se les hizo cuando se fueron para darse cuenta de lo que significaron... y que será difícil ver a deportistas que calen tanto en la población, son casi irrepetibles. El número de deportistas de toda la historia que han generado esa pasión entre los aficionados es realmente reducido. Sin embargo, aunque ambos tienen un número de fans enorme, sus formas de conseguir tando adepto han sido radicalmente distintas.
Si bien cualquier deportista de este nivel tiene un talento fuera de lo común, es evidente que la ética de trabajo en Kobe Bryant fue siempre mucho mayor que la de Diego Armando Maradona. Maradona tenía un talento innato para jugar al fútbol. Era algo que formaba parte de sí mismo. Maradona solo podía ser futbolista y solo podía ser un gran futbolista, uno de los mejores de siempre.
Por su parte, Kobe Bryant siempre tuvo que forjarse a sí mismo como jugador de baloncesto. Desde su etapa en Milan jugaba horas y horas en el jardín de su casa para tratar de emular a su ídolo, Michael Jordan. La 'Mamba Mentality' siempre fue su sello de identidad y sin duda Kobe Bryant llegó a ser quien fue por su espíritu competitivo. Un gen competitivo prácticamente enfermizo, ese que tienen casi todos los grandes deportistas de todos los tiempos.