La escritora Najat el Hacmi gana el Premio Nadal 2021 con 'El lunes nos querrán'
Una novela que retrata la vida de dos mujeres de barrio que tratan de salir adelante y que supone la primera novela de la escritora escrita en castellano y no en catalán
Es la primera escritora de origen marroquí que ha ganado el Nadal. Najat el Hacmi se alza con el galardón, que será publicado por Ediciones Destino, que pertenece al Grupo Planeta, gracias a El lunes nos querrán. Presentada con pseudónimo, Cristina López, la novela ha convencido al jurado con unanimidad por su retrato de la búsqueda de la libertad de dos mujeres en la periferia. "Un barrio que condiciona sus vidas”, ha dicho la autora al recoger el galardón en un acto celebrado sin público y sin la tradicional cena, y donde la prensa ha podido seguirlo a través de zoom.
“Las protagonistas lo tienen casi todo en contra para poder conquistar la libertad”, explicaba la autora. “Están cruzadas por múltiples condicionantes que tienen que ver con su procedencia, su sexo y su clase social. Aún así salen adelante tratando de tener una vida digna”, añadía. Por eso mismo, ha querido dedicarle el premio a todas las mujeres que en pleno siglo veintiuno siguen viviendo en unas condiciones donde esa libertad sigue estando lejos. “Me gustaría decirles que es posible, aunque a veces nos pueda el desánimo. Hay posibilidades de salir adelante, de tener una vida digna. No hay vida digna sin libertad”, decía Najat el Hacmi. “A las valientes que se salieron del camino recto para poder ser libres”.
También ha recordado a la escritora Virginia Woolf, que dijo aquello de que para que una mujer pudiera escribir necesitaba dinero y una habitación propia. Para la ganadora del Nadal, Woolf se dejó algo: “Se olvidó de quien pone las lavadoras y se encarga del día a día y nos da el ánimo necesario", decía. “A Carlos por permitir que yo pueda dedicarme a escribir en las mejores condiciones posibles”.
Hija de una familia musulmana, nació en Marruecos en 1979, pero a los ocho años se trasladó a Vic, ciudad donde se crió. Estudió Filología Árabe y ha sido mediadora cultural y técnica de acogida. Es autora de una sólida carrera en la que ha desplegado su universo femenino en obras tan ampliamente premiadas como El último patriarca (2008), traducida a diez idiomas; La cazadora de cuerpos (2011), publicada también en castellano, inglés e italiano; La hija extranjera (2015), con la que logró el Premio Sant Joan de novela, el tercer galardón literario mejor dotado en catalán y cuyo argumento se centra en el conflicto de identidades entre una madre y una hija. Madre de leche y miel (2018) y Siempre han hablado por nosotras (2019).
Todos esos títulos los escribió en catalán, de modo que Los lunes nos querrán ha sido el salto al castellano. “Yo he nacido en un barrio así y he ido observando en este tiempo todo un paisaje de situaciones de malestar y de sufrimiento que es importante que sea representado literalmente. Eso tiene que ver con la lengua de la novela. Es la novedad en mi caso, porque esta es mi primera novela en castellano. En realidad, está escrita en ambas lenguas, algo que tiene que ver con el contenido de la propia novela”, explicaba en la rueda de prensa posterior.
De modo que hay dos manuscritos de la misma novela, uno en catalán y otro en castellano. No habrá traducción. "Una lengua iba argumentando la otra, me permitía tener puntos de vista distintos", explicaba sobre el proceso de creación de esta historia de amistad entre dos mujeres. "Las lenguas no son conflictivas, lo conflictivo es cuando no quieres entenderte", explicaba su uso de tres lenguas diferentes en su vida.
Tiene que ver también la historia de estas dos mujeres con el confinamiento. "Hay un momento en que la situación de las protagonsitas es igual a lo que hemos vivido. Muchas mujeres, para salir de casa tienen que tener un motivo, sino no pueden salir, están de alguna manera confinadas, tampoco pueden ir al colegio", dice la autora que verá cómo sale publicado este libro el 10 de febrero en ambas lenguas. Las protagonistas son de origen musulmán. Una familia es conservadora y la otra más abierta y aperturista.
La escritora ha recordado a Carmen Laforet. "La posibilidad de que la literatura pudiera articular discursos alternativos a los discursos oficiales. Nada ganó en un momento en que la dictadura tenía su censura. Ahora no podemos hablar de censura, pero sí de muchas realidades que, de facto, son censuradas, en tanto que son invisibilidades porque no aparecen en los medios o en los espacios considerados importantes. La literatura sigue teniendo ese papel, la función de articular discursos alternativos a los hegemónicos, incluso contestatarios. En ese sentido, el Nadal supone enlazar con esa función de la literatura".
Fue la noche de reyes de 1945 cuando se entregó el primer Premio Nadal. Lo ganó Carmen Laforet con Nada. La escritora verá este año cómo se conmemora su centenario. Miguel Delibes decidió presentarse al premio tras leer la novela de Laforet. El vallisoletano ganó con La sombra del ciprés es alargada. El Nadal, dotado con 18.000 euros, ha contado con una cifra récord de 1.044 novelas presentadas, ya que excepcionalmente, por la situación sanitaria, se han aceptado originales solo en versión digital, sin necesidad de copia impresa. El jurado ha estado formado por Alicia Giménez Bartlett, Care Santos, Lorenzo Silva, Andrés Trapiello y Emili Rosales.
El Nadal ha marcado a varias generaciones, como Historias del Kronen de José Ángel Mañas, que fue finalista del premio en el 94. Pedro Maestre con Matando dinosaurios con tirachinas, en el 96. O Lucía Etxebarría en el 98 con Beatriz y los cuerpos celestes. El año pasado, en 2020, ganó la novela El Mapa de los afectos de Ana Merino.
María Barbal ha sido la ganadora del Premio Josep Pla, con Tàndem, que valora la mejor prosa catalana del año. Barbal es novelista y profesora de secundaria. Se dio a conocer en 1985 con la novela Pedra de tartera, galardonada con los premios Joaquim Ruyra y Joan Creixells, que se convirtió en un hito de la narrativa catalana de los ochenta. Con sus novelas posteriores, Mel i metzines y Càmfora, obtuvo los premios Crítica Serra d’Or y el Nacional de Literatura. Ha escrito otras novelas y libros de relatos, traducidos al castellano y a otras lenguas.
De la novela Barbal destaca sus personajes que llevan un tiempo muy largo en una situación determinada y que han renunciado a sus vidas. “Viven solo aquellas cosas automáticas. Me interesar ver cómo esos personajes cuando se encuentran, descubren que todavía tienen ganas de divertirse y de vivir una vida plena. Son ellos los que han ido cerrando a la posibilidad de la libertad”, explica la escritora.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...